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De entre los escritores que participan en un premio de literatura de viajes, pocos deben optar por relatar un «viaje interior». Guillem Rosselló (Bunyola, 1959) lo hizo en el certamen de Benicàssim de este año y se alzó con el galardón. Su obra, Viatge a l'interior d'un novel·lista, se presenta hoy en el teatro de su localidad natal a las 20.00 horas.

El libro se centra en un escritor que recuerda un «error del pasado», un enigma que intentará solucionar en Mallorca. Es una reflexión «sobre el viaje que es la vida, y hacia la verdad del novelista». El protagonista se enfrenta a la «cotidianidad del amor y la amistad, que te obligan a sincerarte continuamente si quieres que sean ciertos». Rosselló, que hace poco ganó el Premi Mallorca de narrativa juvenil, explica que esta obra critica «el mundo literario mallorquín, lleno de envidias y gente que no trabaja y vive del pasado. Hay muchos lobbies de poder y nos faltan críticos auténticos y objetivos».

El autor constata que para viajar no es necesario moverse: sólo depende de «nuestra capacidad de percibir la realidad».