El guitarrista de los Rolling Stones, Ron Wood, en Mallorca

Ron Wood, de 60 años, guitarrista y el más joven de los Rolling Stones, ha pasado unos días con su novia Ana en las afueras de Alcúdia, en una casa que ha alquilado.
Parece ser que el músico ha decidido tomarse unas vacaciones en un lugar que, según ha comentado a su entorno, fuera tranquilo en esta época del año. Y ha acertado, puesto que han campado a sus anchas, lejos de cámaras y de flashes, eso sí, procurando que cuando hubiera fotos de grupos no colocarse el uno cerca del otro.
Pocos datos tenemos de la bella Ana, salvo que es brasileña, muy guapa y muy simpática; que ha sido modelo y que, en la actualidad, está a punto de terminar la carrera de arquitectura. Sin duda, Ana es la sustituta de la rusa Ekaterina en el corazón de Ron.
Parece ser que Ron, Ronnie para sus amigos- ha sido el primero de los Rolling que ha publicado su biografía. De Mallorca le ha encantado el buen clima que ha encontrado en los días que ha durado su visita. Nuestro buen amigo Pau Fuster, que ha estado estos días con él, y que es el editor de Diario El Nord, nos comentó que de nuestra gastronomía le encantó la sobrassada con miel, que probó anteanoche en El Satiricón. Tampoco le ha hecho feos al frit ni a las pizzas que ha comido en la Plaça Pizzeria.
El músico inglés es un gran aficionado a la pintura -tiene muchas obras y encima él pinta; sobre todo pinta retratos de otros músicos; entre ellos Elton John, con quienes mantiene unas excelentes relaciones-, y a los caballos, pues es propietario de una magnífica cuadra.
Volviendo a su biografía, por la que se dice que ha percibido más de siete millones de dólares, Ronnie cuenta en ella cosas muy interesantes respecto a dos de sus colegas de sus satánicas majestades; en concreto de Mick Jagger, del que dice que suele olvidarse de las letras de las canciones, en especial de la de 'Satisfaction', y que Keith Richards, el que se cayó de una palmera y que cuando vino a Mallorca, hace cuatro años, se perdió en aguas de Cabrera con la barca que alquiló, en una ocasión le apuntó con una pistola de las de verdad.