Intérpretes de Mallorca, Menorca y Eivissa. | Carles Domènec

TW
2

La Orquestra de Joves Intèrprets dels Països Catalans (OJIPC), que nació a iniciativa de Magdalena González e impulsada por Forum Musicae, ensayó este pasado fin de semana el concierto que ofrecerá el 11 de abril en el Palau de la Música Catalana, en Barcelona. Formada por músicos de entre 18 y 26 años, procedentes de todos los territorios de habla catalana, cuenta actualmente con diez intérpretes de Balears: Hèctor Rodríguez, Xavier Pericàs y Victòria Sabater, de Palma; Joan Pep, de Consell; Júlia Camps y Helena Muntaner, de Maó, Adrià Gorrias, de Ciutadella, y Clara Joan, Paula Martos y Darío Rodríguez, de Eivissa.
El primer día de ensayos tuvo lugar el viernes en la residencia Martí Codolar, en la periferia de Barcelona. Allí comen y duermen los jóvenes intérpretes, a los que hay que sumar una decena de profesores de las distintas secciones de la orquesta. Uno de ellos, el valenciano Fran Morera, ya fue intérprete en la primera promoción del año 2004. Han pasado 500 músicos en cinco años por la OJIPC, que ha grabado cinco discos y ha recuperado nueve ediciones de partituras de compositores de habla catalana. «El legado que la orquesta deja es un hecho diferencial», matizó Magdalena González. «Somos una embajada cultural y nuestra tarea es enseñar fuera quiénes somos y nuestro origen musical». Hace pocas semanas, la OJIPC actuó por primera vez a nivel internacional, en el Palacio Foz de Lisboa.
Proyecto balear
«Agradezco a los que han hecho posible este sueño, pero ahora reclamo a los responsables políticos de mi gobierno que reflexionen sobre todo lo que hemos conseguido», recalcó la emprendedora mallorquina, quien comentó que «lo más difícil en estos años ha sido hacer entender que este proyecto ha surgido en Balears».
«La gente joven se asusta al tocar en el Palau de la Música», comentó Salvador Brotons. El director de la OJIPC explicó que «mi trabajo es sacar el máximo partido de lo que tenemos, poner presión y a la vez dar confianza». Brotons confesó que «en el primer ensayo te dedicas a asustar a los intérpretes y acabas siempre algo desanimado, pero el resultado se ve más tarde».