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El cantante Lou Reed, para muchos un mito vivo de la música moderna, ha cancelado, sin previo aviso y por sorpresa, la rueda de prensa que tenía previsto ofrecer esta mañana en Es Baluard para presentar su exposición 'Romanticism' y su debut como realizador de documentales, 'Red Shirley'.

El motivo oficial es que Reed, que actuará mañana en el Teatre Principal, estaba "cansado". El extra oficial, por lo que se ha filtrado a través de la organización, es que, además de músico, fotógrafo y realizador, es que Lou Reed es y actúa como un divo.

Según ha podido saber Última Hora, el músico llegó anoche a Palma, donde se trasladó a Es Baluard para supervisar su exposición. "Pretendía reconstruir el museo para dejarlo a su gusto", han asegurado desde la organización del concierto. Al parecer, el personal de la misma junto con el del museo estuvieron esperándolo en el recinto durante dos horas. "Habíamos acordado llegar allí a las 20 horas, y no conseguimos que apareciera hasta las 22 h.", aseguran las mismas fuentes.

Tras su llegada, Reed "llegó en plan hostil y muy mal educado" y quiso supervisar todos los detalles para el día siguiente. "Salimos de Es Baluard casi a la una de la madrugada", afirman desde la organización. "Le habíamos enviado toda la información sobre el sitio, incluso fotos, para que supiera exactamente el dónde y el cómo", afirman.

Fuentes de Es Baluard y de la promotora que ha programado la presencia de Reed en el festival Alternatilla han explicado que al autor de «Take a walk on the wild side» no le gustó el orden fijado para exponer sus imágenes infrarrojas de paisajes y edificios y mandó modificar la serie usando para ello algún grito más de los que les hubiera gustado aguantar a quienes cumplían sus deseos.

Pero estas peticiones del artista se resolvieron sin demasiados contratiempos en comparación con su otra exigencia: decidió que el auditorio de Es Baluard, del que los organizadores ya le habían informado, no era el espacio adecuado para proyectar «Red Shirley», su primer documental.

El viejo (68 años) rockero estadounidense exigió otro lugar para mostrar la entrevista con su centenaria prima Shirley Novick y Es Baluard puso a su disposición su sala Aljub, un varias veces centenario aljibe del que le gustó el espacio, pero no el sonido. Estos 'inconvenientes' provocaron que a última hora decidió no dar la rueda de prensa prometida a la promotora, dejando a unos sesenta periodistas 'plantados' sin más explicación que sentirse "cansado".

Cambios a contrarreloj

Finalmente, para las proyecciones, que comenzarán esta noche tras la inauguración de la muestra fotográfica, el monumental aljibe ha sido acondicionado a contrarreloj con unas enormes cortinas y una alfombra que confieren al lugar un sonido más del gusto de Reed.

Si el resultado final complace al creador, que aún tiene previsto supervisarlo esta tarde, es posible que mantenga su compromiso de asistir a la inauguración de la exposición, firmar ejemplares del catálogo de «Romanticisme» y responder después a las preguntas de los espectadores invitados a la proyección de su documental.

O no. Nada es seguro con el cantante y compositor de Nueva York, que tras transmitir anoche sus órdenes, ya en la madrugada de hoy, decidió que estaba muy cansado para asistir a la rueda de prensa que debía protagonizar.

Caprichos en su hotel

Más seguro parece que Lou Reed, que ha escogido personalmente el hotel con vistas al mar donde se aloja junto a siete u ocho acompañantes, asista mañana al concierto programado para las 21.00 horas en el teatro Principal de Palma junto a sus compañeros del Metal Machine Trio, el conjunto de música experimental con el que está de gira por Europa.

En su camerino, el artista dispondrá de lo que ha solicitado para su avituallamiento: langosta, gambas y otros mariscos frescos, frutas, verduras y bebidas, de lo cual podrá disfrutar sentado en el sofá o incluso recostado en la tumbona de masajes que también ha pedido, demandas todas ellas no muy extrañas para una figura de su renombre, según la promotora que ha tenido que bregar con él.