Los Rebeldes, banda liderada por el carismático Carlos Segarra, son una de las múltiples referencias inscritas al cartel del Festival Retropop. Una cita que vuelve la vista atrás en el tiempo, hacia aquellas bandas cuyos temas polarizaban los rankings de éxitos en los ochenta y noventa.
Aquel joven de sombrero de ala ancha, prodigioso cantarín e intuitivo explorador del rockabilly, es hoy un nombre de referencia dentro de la gramática del rock and roll nacional. Tres décadas después de su ópera prima, Cervezas, chicas y rockabilly (1981), a Carlos Segarra y a sus Rebeldes les mueve el placer de subirse a un escenario para recordarnos lo grandes que fueron. La suya no es una fórmula musical en constante ebullición creativa, se saben ágiles dentro de las referencias familiares del rock and roll más académico y rehusan la exploración de nuevos campos musicales.
Mediterráneo, Un español en Nueva York, Mi generación, Bajo la luz de la luna, Mía, Un hombre puede llorar, La rosa y la cruz... La lista atraganta. Una andanada de hits nutre el arsenal musical de la banda catalana, «hubo un tiempo en que permanecimos abonados a los charts de la radio fórmula, pero no siento ninguna nostalgia del pasado, lo del éxito es muy relativo, la gente lo concibe en función de tu disposición mediática», revela el cantante.
Resulta evidente que el rock and roll de cuño clásico ha perdido fuelle como expresión artística, sin embargo Segarra sostiene que «no es un problema de modas, sino de proliferación de bandas. Hoy día los grupos nuevos de rock no suben con la fuerza que lo hicieron gente como Los Rebeldes en los ochenta». A la pregunta de qué representa para él el rock and roll y, lejos de recurrir al libreto del star-system más manoseado, mascullando el clásico 'se-trata-de-un-modo-de-vida', desliza con suavidad: «El rock and roll es mucho más que la suma de las partes». Genio y figura.
Los Rebeldes actuarán en el Festival Retropop sin «ninguna nostalgia del pasado»
Palma06/07/10 0:00
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