El promotor Rafa Oliver reconoce que «hay mucha demanda de ballet clásico» en las Islas y la apuesta por este compañía fundada por Timur Fayziev es segura y siempre exitosa. «El Ballet de Moscú ha conseguido llevar al Auditòrium a gente que nunca había ido al ballet, hasta al punto de llenar en todas sus funciones», además «a un buen precio», explica, porque «no es necesario pagar sesenta euros para ver buen ballet».
Después de subir al escenario El lago de los Cisnes, una de las piezas principales del repertorio de la formación, «la número uno», lo hará La Bella Durmiente, «una historia que es conocida, es popular, vistosa y muy colorida». Hace tiempo que este ballet sobre el cuento de Perrault con coreografías de Marius Petipa y Lev Ivanov no se representa en la Isla. En esta nueva visita, se estrenarán dos solistas «fantásticos», Ekaterina Bortyakova y Akzhol Mussakhanov.
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