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El microteatro está de moda. Al menos esta es la conclusión que se traslada del éxito total de la propuesta de la compañía Microteatre per Doblers. La noche de ayer y la del viernes, este grupo, liderado por los intérpretes Albert Comas, Lydia Miranda y Joan Porcel, interpretó seis obras de pequeño formato -de 10 minutos de duración cada una de las piezas-, de autores, actores y directores variados.

Seis celdas abandonadas sirven de escenario para los montajes Una casa a Santo Domingo, de Marta Barceló; El hombre que mató a Teddy Bautista, de Pere Fullana; el montaje Llucifer, del director Àlex Tejedor; Petites incidències familiars, también de Fullana; Regina, también de Tejedor, y, por último, Remor, donde repite Marta Barceló junto a Joan Miquel Artigues.

Aunque la idea de Microteatre per Doblers era acercar a la antigua prisión a un público reducido, éste acudió en masa a las primeras representaciones de esta propuesta escénica que pretende instalarse en la Isla a largo plazo.

De momento, la compañía volverá a representar las seis obras los próximos días 8 y 9 de este mes, en el mismo recinto y a la misma hora, las 21.00.