Binissalem y Palma, escenarios para una obra inédita de Llorenç Moyà

Un grupo de actores, encabezados por Catalina Solivellas, ha rescatado del olvido una obra inédita del escritor Llorenç Moyà (1916 - 1981). Se trata de Electra, escrita en 1963, en una época en la que el poeta y dramaturgo acudió a las tragedias de los clásicos griegos para hablar de la dictadura franquista a través de los tiranos que las protagonizan. Can Gelabert de Binissalem, que fue la casa natal del escritor, y el Teatre Principal de Palma acogerán una lectura dramatizada del texto con banda sonora que pone la voz en directo de la cantante Mariona Segarra.
En Can Gelabert, la lectura será el sábado 5, a las 20.00, con aforo limitado porque se hará en la misma habitación en la que el autor escribió la obra, y en el Principal de Palma, el 6, a las 19.00.
Catalina Solivellas, que ha sido la impulsora de este proyecto, cuenta cómo lo puso en marcha. «Cuando cayó en mis manos esta Electra, la leí y me entusiasmó, me pareció una pequeña joya, que, además, nunca se había estrenado, y entendí que esas criatura creadas por los [autores] arcaicos hubieran podido nacer aquí, me parecía que habían visto la misma luz, las mismas oliveras». La actriz habla de hace tres años, cuando estaba embarcada en un «doctorado en estudios teatrales y como actriz lo primero que pensé fue en montarla».
Tras varias intentonas fustradas, incluida una negativa del Principal, el estreno será posible gracias a la colaboración de la Universitat de les Illes. Será una lectura dramatizada, dirigida por Adrià Aubet, «que tendrá ritmo y no resultará pesada, porque los personajes se entienden muy bien y nosotros pondremos toda la carne en el asador». Solivellas estará acompañada por Assun Planas, Laura Aubert, Xavi Frau, Sebastià Frontera, Miquel Gelabert y Joan M. Melis.
Apasionada con el proyecto, Solivellas comenta que «me muero de ganas de ver cómo suena Electra en Mallorca» con el «exquisito manejo de la lengua» de Moyà, un autor «que hay que reivindicar», y con una obra en la que, como en todas las tragedias griegas, está implícito lo mejor y lo peor del ser humano, sentimientos como el amor y el odio. Con este montaje, la voz de Moyà vuelve a dejarse oír.