Reinventarse o morir. Partiendo de esa filosofía, el director del Festival de Pollença, Joan Valent, presentó ayer la 51 edición de un certamen que incluye estrenos mundiales de primer orden. Con un presupuesto de 150.000 euros en conciertos (un 34% menos que en la última edición) y gracias a la colaboración de patrocinadores privados, Valent no sólo resucita un festival que a punto estuvo de echar el cierre por la crisis al cumplir el medio siglo, sino que lo hace con una programación del más alto nivel. Michael Nyman, Agustí Villaronga, Álex de la Iglesia, Joan Cortés, Eduardo Mendoza o Enrique Vila-Matas son algunos de los artistas que se han sumado a un proyecto que excede su tradicional trayectoria musical para abrirse a las artes plásticas, la literatura y el cine.
El Festival de Pollença estrenará obras de Michael Nyman y Agustí Villaronga a nivel mundial
El certamen de música clásica se vuelve multidisciplinar y se abre al cine, la literatura y las artes plásticas
También en Noticias
- Los Bomberos de Mallorca se movilizan para buscar a un niño perdido en la zona de Alcúdia
- Localizan a dos menores desaparecidos en Esporles
- Palma encenderá sus luces de Navidad con una fiesta futurista: Consulta los horarios y las ubicaciones
- Dónde y cuándo encontrar las mejores setas: «El buen buscador es aquel que no sabes por dónde ha pasado»
- Policías locales de Capdepera plantan a su inspector jefe y obligan a suspender su Diada
3 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Enhorabona, una bona notícia ,fer el Festival multidisciplinar i obert a molts de públics ,i sortir també del Claustre crec que podrà ser una bona idea ,Molta Sort per tots!!
Felicitats a Joan Valent... després de la "rara" direcció artística de Joan Pons, i de la quasi suspensió de l'any passat, han sabut donar un bon gir! Els millors dessitjos.
També, la població argentina de Mallorca deuria estar molt interessada per aquesta estrena.Atesa l'actualitat de les relacions entre Espanya i Argentina, s'hauria de recordar que l'Argentina, el 1947, no ens va donar el blat de franc, sinò que el deguerem pagar i crec que en or. Esta clar que hem d'estar agraïts a l'Argentina, però les coses son així.