TW
0

Una exposición con mucho arte en todos los sentidos. La galería Vanrell de Palma acogió ayer la inauguración de su nueva muestra, basada en los últimos lienzos del pintor y torero Palomo Linares. Un conjunto de 27 cuadros conforman un trabajo que aúna las dos grandes pasiones del matador: la pintura y la tauromaquia. La puesta de largo atrajo a numeroso público, que no se perdió el regreso a la Isla del torero, pero en esta ocasión con el arte como protagonista.

«Yo le conocí en su época de novillero, ese fue mi primer contacto con Sebastián [Palomo Linares]», recordó Pere A. Serra, presidente del Grup Serra, durante la presentación. «Es un gran honor que vuelva a exponer sus obras aquí, en la Isla, más de veinte años después de la última vez. Me gusta lo que hace, una abstracción fantástica, una maravilla. Esperamos que vuelva pronto», expresó el coleccionista y mecenas, quien aseguró que Linares le recuerda a «Quinito Caldentey. Él triunfó en el arte, pero no en el toreo, y Sebastián lo ha hecho en ambos lenguajes».

Por su parte, Linares aprovechó para «dar las gracias» por esta acogida a sus nuevos lienzos. «En estas obras está una buena parte de mi vida, mi mundo y mi gran sueño. Este año se cumplen 45 desde que hice mi primera exposición. Me he pasado toda la vida pintando y espero poder seguir haciéndolo durante mucho, mucho tiempo».