El proceso creativo del escultor Jaume Mir se mostrará en Can Prunera

Lo explica la comisaria de la exposición, la también artista Amelia García. Creador incansable, siempre moldeando ideas, -bien sobre el papel o el barro como pasos previos al bronce-, del Mir escultor destacaba ayer «su sentido de las proporciones, la forma en que veía el espacio, cómo dominaba los ritmos, el equilibrio y la composición, la incidencia de la luz la cuidaba muchísimo».

De todo ello dará cuenta la selección de las piezas que ha hecho García, entre las que el público podrá ver desde dibujos inéditos de los años 40, de «cuando preparaba su oposición a la escuela» de Arte y Oficios de Palma; a ejemplos de la colección de gimnastas que fue tan querida para el artista, pequeñas piezas listas para pasar al bronce en gran formato; otras de la serie dedicada a los cartógrafos mallorquines; moldes, relieves y, por supuesto, ejemplos de sus famosos honderos. En todos estos elementos descubrirá el espectador el enorme interés de Mir por la figura humana, «desde la copia perfecta de un modelo al natural, a la libertad» de texturas, de gestos que se aprecian, por ejemplo, en los 'retratos' de Jafuda Cresques, o cierto «hieratismo» de sus primeros foners , que remiten a su «interés por el arte primitivo». Mir, que admiraba a Fidias, Miguel Ángel, Henry Moore o Clará, tenía una «formación rigurosísima» en Bellas Artes y Anatomía y dominaba las claves del dibujo y el modelado, de las que partía para trabajar «con la libertad» que le permitía «haber elegido ser un escultor figurativo», y la facilidad para, «con un golpe de palillo», insuflar movimiento a un trozo de barro.

Jaume Mir. El desenvolupament de la idea. Inauguración mañana, 10 de marzo, a las 19.30. Can Prunera, en C/Lluna de Sóller.