«Estoy muy contenta. Aún no he podido hablar con nadie [del equipo del filme]. Veremos qué sucede el próximo día 25, cuando se dé a conocer la candidata definitiva, pero esto le viene muy bien a la película para su difusión. Es un empujón». Así se expresaba ayer a mediodía una contenta Judith Diakhate desde su casa palmesana. Fue nada más conocerse las cintas preseleccionadas por la Academia del Cine Español en la carrera a los Oscar. Ella es la única protagonista femenina del filme Alacrán enamorado, una de las cuatro que entran en competición y de las que saldrá la elegida para viajar a Hollywood.
Junto a este título, que ha dirigido Santiago Zannou, compiten en esta primera primera ronda 15 años y un día, de Gracia Querejeta; Caníbal, de Manuel Martín Cuenca, y La gran familia española. El anuncio se hizo ayer en la sede de la Academia, en Madrid, y los presentadores del acto fueron los actores Hugo Silva y Maria León.
Alacrán enamorado retrata la historia de dos jóvenes de un barrio de Madrid inmersos en el ambiente de las bandas neonazis. Uno de ellos, Julián (Álex González), acude a un gimnasio y gracias al boxeo y al amor de Alyssa, una joven que es mulata, y que interpreta la mallorquina Judith Diakathe, comenzará a cambiar, pero su colega Luis (Miguel Ángel Silvestre) no quiere dejarle salir de ese mundo duro y oscuro. En el reparto también figuran Carlos y Javier Bardem y el guión está basado en una novela del primero.
El resultado ha sido una película de género que con esta prenominación comienza un nuevo recorrido y que podría haber surgido de cualquier otra cinematografía, aunque en ella aparecen «algunos barrios de Madrid reconocibles». Alacrán enamorado es un ejemplo de ese cine español que busca contar historias en una amplia variedad de registros, algo imprescindible para la expansión de nuestra cinematografía. «Sí, apuesta por nuevos géneros y lo que necesitamos es el apoyo del público, que acuda a verlo y opine, porque películas como ésta tratan temas universales que están sucediendo en muchos países de Europa», y también es un filme que habla del «amor» como parte de un proceso de cambio, el que el personaje de Alyssa aporta al que interpreta Álex González. Fue un rodaje que «me gustó, por los temas que toca, no fue fácil». La actriz define esta película de «completa», y en ella es la única mujer de un equipo que, visto de fuera, expande testosterona a raudales. «Yo era el único estrógeno», apuntaba ayer con humor.
Judith vive entre Mallorca, su tierra, y Madrid donde estudia y comenzó su carrera. Asegura que estaría «encantada» de participar en algún proyecto local. De momento, asegura que «hay algo de lo que no puedo hablar». Supersticiosa, como todo su gremio.
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