El 7 de octubre [ayer] se celebra el Día Mundial de la Arquitectura, una ocasión que el Col·legi Oficial d'Arquitectes de les Illes Balears (COAIB) quiere aprovechar para darse a conocer a través de la organización de una semana de actividades culturales, «porque la arquitectura, además de construcción, es cultura». Las actividades comenzaron ayer con la proyección de Com un gegant invisible y se prolongarán hasta el jueves.
«Queremos que los ciudadanos vean que nuestro trabajo, más allá de crear edificios y proyectar intervenciones, es cultura», explicó ayer el presidente de la demarcación de Mallorca del COAIB, Ignacio Salas Pons, quien señaló que «por eso organizamos este programa, para dar a conocer otras facetas de nuestra labor».
Tanto hoy como mañana, entre las 10.00 y las 14.00, cinco estudios de Ciutat «se abrirán», para que «las personas vean de cerca cómo trabajamos». Los horarios exactos de apertura de cada uno de los despachos, así como las localizaciones, se pueden consultar en la página www.coaib.es.
Por otro lado, esta tarde, de 17.00 a 18.00, en la sede del COAIB (Portella, 14, Palma) habrá un taller de fotografía arquitectónica para «abordar los aspectos generales del arte de la imagen y su directa aplicación en la arquitectura».
La tarde del miércoles, el arquitecto Pep Llinàs ofrecerá una conferencia, a partir de las 19.00, sobre las creaciones de Josep Maria Jujol, una actividad que se completará el jueves por la mañana, a las 10.30, con una visita guiada de la obra de Jujol en la Seu.
Las actividades concluirán el jueves en la Plaça Fredèric Chopin de Palma, primero, de 19.00 a 21.00, con un taller impartido por el Gabinete Arquitectives, que consistirá en un tendido vecinal de ropa que luego se donará a Cáritas. A partir de las 21.00 será la clausura de la semana cultural, además de servir como cierre de la exposición que el COAIB presentó en la Nit de l'Art 2013.
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Si la memoria no me es infiel, fué el Colegio de Arquitectos el que avaló el mantener en pié la antigua sede de GESA en la calle Joan Maragall. No me cabe la menor duda que fué un acierto (¿?). Ahora nadie sabe que hacer con aquel viejo mamotreto. Muchas gracias a todos los que lo hicieron posible, sin olvidarme de la Sra. Munar.