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Más de una veintena de obras de coleccionistas mallorquines viaja a Málaga para formar parte de una gran exposición que revisa y rinde homenaje a partir del día 23 de enero a la producción artística de Enrique Ochoa (Puerto de Santa María, 1891-Palma de Mallorca, 1978). La muestra se ha titulado Ochoa vuelve al Sur. 1914-2014. El pintor de la música y se podrá ver en el Museo del Patrimonio Municipal de Málaga (MUPAM).

Ochoa llegó a Mallorca a principios de los cuarenta y la última exposición dedicada al artista en la Isla fue en 2008 en la Fundació Coll Bardolet de Valldemossa, donde se pudo ver una selección de sus tintas chinas. Fue colaborador habitual de las revistas La Esfera y Blanco y Negro, y desarrolló también un importante labor como ilustrador con más de 2.000 trabajos para las mejores publicaciones de la primera mitad del XX, novelas cortas y otras creaciones literarias.

La exposición de Málaga es fruto del propósito de instituciones y familiares de promover su memoria y recordar una obra que llegó a las salas del Metropolitan de Nueva York y otros importantes museos de Madrid, Milán, Buenos Aires, México, Lima... La muestra concentrará alrededor de 260 obras, y en ella han colaborado la Fundación Museo del Dibujo y la Ilustración ABC, la Fundación Cremades & Calvo Sotelo, la Fundación Pintor Enrique Ochoa, la familia García-Gabito, el Museo Municipal del Puerto de Santa María de Cádiz y la Academia de Bellas Artes del Puerto de Santa María.

Por otra parte, también se prevé que el Casal Solleric de Ciutat le recuerde y revise su obra próximamente.
Mallorca

La huella de Enrique Ochoa en Mallorca la encontramos en Valldemossa, allí se instaló en una de las celdas de la Cartoixa, pero también en la localidad de Campanet, donde expuso su colección de arte. En Ochoa vuelve al Sur. 1914-2014. El pintor de la música se podrá comprobar lo variada que fue su producción artística, y también parte de la obra que firmó en la Isla, más simbolista y tendiendo en los últimos años a la abstracción. No faltará aquella primera producción más desconocida en Mallorca y que destacó por figuras delicadas, casi espiritualizadas.