«Ahora tengo las experiencias para pasar a la narrativa; dejé el museo para escribir»

—¿Cómo marca la condición de ciudadano del mundo el fondo y la forma del libro?

—Es un primer libro de narrativa pero no soy una persona de 20 años. Tengo un bagaje, por eso salen los viajes. No es un libro de memorias pero en cada relato hay aspectos específicos que son verdad.

—Hay una necesidad de volcar experiencias contenidas.

—La literatura escrita por hombres es más sobre el estilo, lo emocional se asocia a escritoras. Yo deseaba una voz emocional fuerte.

—¿Por qué el paso de la poesía a la narrativa?

—Quería hacerlo desde hace años pero no podía porque tenía una vida intensa con el museo. Ahora tengo las experiencias para pasar a la narrativa. Dejé el museo para poder escribir.

—¿Qué papel ha jugado la ficción al contar hechos reales?

—Llevo 30 años escribiendo sobre artistas. No escribo sobre sus vidas, más bien sobre sus obras. El primer cuento tiene como personaje a Jean Seberg. Pilar Juncosa me contó la historia del cuento sobre Joan Miró.

—¿Cómo define su etapa de nueve años en el Irish Museum of Modern Art?

—Irlanda tiene una tradición literaria muy grande, pero realmente hay poca de artes visuales. El museo tenía una audiencia pequeña con una programación de museo regional británico. Intenté hacer un programa global y la gente respondió muy bien.

—En España, muchas ciudades han querido tener su Guggenheim.

—En España, ha habido una cosa de nuevo rico. El dinero no estaba en la base, que es la educación. Se hizo sin una política cultural. Al caer la subvención se ha colapsado.

—Es el comisario de una exposición de Rafel Joan en el Museu Es Baluard de Palma y prepara la La luz de la noche sobre Joan Miró, que se verá en Eivissa y Menorca.

—Desde Eivissa parece como si todo se centralizara en Mallorca. Eivissa es una isla abierta, con gran tradición de artistas y uno los museos más antiguos de España.