El Cor Ciutat de Mallorca y la Jove Orquestra actuaron en la cripta de la Sagrada Família.

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El Cor Ciutat de Mallorca y la Jove Orquestra Illes Balears entusiasmaron al público que la semana pasada llenó la cripta de la Sagrada Família de Barcelona. Las dos formaciones interpretaron, junto al Cor Cantus Firmus de Centelles, la obra Eternal Light: A Requiem, del compositor inglés Howard Goodall.

«No entiendo que haya tanta gente», dijo un sorprendido Joan Barceló, director de la Jove Orquestra, quien destacó que «es una gran oportunidad actuar en la Sagrada Família, quizás única, y supone una ilusión enorme».

En el lugar del concierto, la cripta de la basílica barcelonesa, está enterrado el arquitecto Antoni Gaudí. El director del Cor Cantus Firmus, Gabriel Miralles, agradeció la afluencia de público pero manifestó sentirse desbordado por la expectación creada.

El Réquiem de Howard Goodall, cantado en inglés y latín, es una obra dedicada a las víctimas de la Primera Guerra Mundial. «Se sale de los estereotipos, la muerte es tratada como algo natural, no de forma trágica, y hay un mensaje final de esperanza y luz», apuntó Barceló sobre la pieza.

El director del Cor Ciutat de Mallorca, Joan Laínez, señaló que «fue escrito en 2008 y tiene pocas disonancias, a veces se compara con el réquiem de Benjamin Britten o el de Bach», y avanzó que «el 2 de mayo actuaremos en Felanitx y el 28 de junio estrenaremos en Son Mas la sinfonía Serra de Tramuntana, del compositor Antoni Mairata».