La cabina, tal y como la dejaron las pioneras de esta iniciativa en Palma.

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«Lo único que hicimos fue retirar unos trastos que molestaban», se justificaron los trabajadores de Emaya cuando los responsables de la iniciativa #estoesunabiblio, que trata de recuperar el espacio público convirtiendo antiguas cabinas telefónicas en desuso en bibliotecas, les preguntaron por qué habían retirado todos los libros de la cabina de La Rambla.

«Primero les dije que no tildaran a los libros de ‘trastos'. Me parece muy raro que no acudan a muchas de las quejas que se les hacen por ruidos, pero sí vayan con tanta rapidez a algo así», expone Cristina Llorente, una de las impulsoras de esta iniciativa.

«Días después, la información llegó hasta Neus Truyol, nueva presidenta de Emaya, quien aseguró que iniciativas como esta debían fomentarse y apoyarse», afirma. Este miércoles, sin embargo, la misma cabina de La Rambla amaneció tapiada, imposibilitando la construcción de otra biblioteca. Tras este suceso, #estoesunabiblio ha citado a todos sus seguidores, más de un millar, el próximo lunes a las 23.00 horas, para ofrecer una respuesta.

«Había visto recuperación de cabinas en Londres y Nueva York por Internet», comenta Llorente sobre cómo decidió iniciar este movimiento. «Nuestra intención es recuperar el espacio público para los ciudadanos y que la gente conozca mejor su entorno, se involucre y participe», expone. «De hecho, ahora hemos abierto una web en la que se puede encontrar un mapa con todas las cabinas que hemos localizado en el centro y unas instrucciones sencillas de cómo se puede fabricar una biblioteca, para que todo el mundo se anime a montar una», agrega.