En su último disco, Ariel Rot ha encajado pedazos de rock en un mapa sonoro más ecléctico de lo habitual. | Redacción Cultura

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La década de los 70 exhalaba su último aliento cuando Ariel Rot destapó el frasco de las esencias con Tequila, una banda de pop-rock fresco y desinhibido de cuidada factura, obstinada en amenizar un período sembrado de incertidumbre social y política.

Cuatro décadas después, el argentino se ha convertido en uno de los más fervientes embajadores del rock en español, su último trabajo lleva por título 'La manada' y lo presentará en el concierto de clausura de las fiestas patronales de Palma, el próximo 20 de enero en la Plaça d’Espanya.

En 'La manada' deja evidentes pistas de su savoir faire, derrochando clase, talento, sentido y sensibilidad. «Las canciones de este álbum superaron un riguroso control de calidad», afirma el músico bonaerense, que ha compuesto once cortes en los que se mantiene «fiel a mis orígenes», combinando oficio e inspiración y picoteando de aquí y de allá para, finalmente, encajar pedazos de rock en un mapa sonoro por el que también circulan blues, swing y jazz.