Imagen promocional del grupo Yoyo Banana. | Redacción Cultura

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«El Festival Sonorama de Burgos es la pila bautismal del indie, por lo que estamos muy contentos y orgullosos de poder actuar allí con nuestro primer disco, teniendo en cuenta, además, que no contamos con una gran discográfica como respaldo, ni hemos salido por la radio ni nada parecido. Por ello, el hecho de que la gente nos escuche en su casa, sin que nadie se lo diga o recomiende, una manera muy democrática, es muy positivo», señala Jesús Carrillo, vocalista y guitarrista del grupo mallorquín Yoyo Banana.

La banda, que publicó su primer álbum, Con permiso de Jenaro Gajardo, a principios de 2015, tocará el 10 de agosto en Aranda de Duero (Burgos), cuna del Festival Sonorama Ribera. Además, se trata de una cita especial, pues el festival cumple su vigésimo aniversario. Para celebrarlo, el certamen rinde homenaje a la música española.
Yoyo Banana compartirá escenario con otros artistas nacionales como Loquillo, Amaral, Anni B Sweet, Leiva, Fangoria, Iván Ferreiro, Sidonie y los mallorquines La Granja y Sexy Sadie, que actuarán junto a Santiago Auserón, que rendirán tributo a Radio Futura con 35 años de canciones.

«Es uno de los festivales más importantes de España, en el que han nacido muchas bandas, como Vetusta Morla o Izal. Es un trampolín que esperemos contribuya a que nos conozca más gente y poder hacer más conciertos», indica Toni Sánchez, teclista. «Posiblemente es la primera vez que actúen músicos de la Isla en esta muestra», añade. Carrillo y Sánchez componen la mayoría de las canciones del grupo, aunque insisten en que todos «aportamos algo, no somos talibanes». «Es importante que componga más de un integrante de la banda, porque, en caso contrario, puede haber ‘piques’, aunque sean sanos. Por otra parte, también fomenta la creatividad. No hay un líder ni un cabecilla, somos un equipo», insiste Carillo. En cuanto al estilo de su música, Sánchez advierte que «para definirlo hace falta haber publicado más de un disco» y «será en el próximo trabajo cuando se empiece a entrever nuestra identidad». Siguiendo en esa línea, el vocalista advierte que «en Mallorca tenemos mucha facilidad a la hora de hablar de identidad, cuando es algo que lleva más trabajo. Si nosotros cinco que formamos el grupo, a nivel individual, tenemos unos treinta años y hasta los veinte no logramos esa personalidad, imagínate si hablamos de una formación».