Según han explicado los impulsores del proyecto, con Elena Juncosa al frente, el mismo Miró explicó: «Toda mi obra es concebida en Mont-roig», que acoge el espacio íntimo y de trabajo con paisajes esenciales de la vida de Miró, que podrán ser visitados por primera vez, y que esperan recibir 20.000 visitantes al año.
De la misma forma que Joan Miró afirmaba necesitar «un punto de partida, aunque sea una mota de polvo o un rayo que brilla», la Fundació Mas Miró plantea esta inauguración en una fecha especial, como es el nacimiento de Miró.
El nieto del artista ha significado que se trata de un «momento histórico», teniendo en cuenta que no existe un taller de Pablo Picasso, y de Salvador Dalí hay uno.
EDIFICIOS DE ÉPOCAS DISTINTAS
El Mas Miró está formado por una serie de edificios de diferentes épocas, desde el siglo XVIII hasta el siglo XX, y el conjunto se convirtió en fuente de inspiración del célebre cuadro 'La Masía', que el escritor Ernest Hemingway compró.
El edificio principal era conocido originalmente como Mas d'en Ferratges y fue construido por los marqueses de Mont-roig, y desde el punto de vista arquitectónico se enmarca en la tipología de 'casa de indianos', ya que el marqués fue un político liberal destacado de su época que desarrolló su carrera en Cuba.
'LA MASÍA' QUE COMPRÓ HEMINGWAY
Al lado del edificio principal, se sitúa la casa de los 'masovers', que se erige como un modelo de la obra más emblemática de la etapa figurativa de Miró, que se representa en 'La Masía', que actualmente se expone en la National Gallery of Art de Washington.
La recuperación de la masía también ha conllevado otra del entorno, en que se conserva parte de la vegetación, sobre todo de eucaliptos y una rotonda singular, en cuya sombra Miró aprovechó para pintar con tranquilidad.
PAYESES DE ALREDEDOR
Contigua a la entrada de los carruajes se encuentra la capilla, un edificio de estilo neogótico construido en 1916 a petición del padre de Joan Miró, y, pese a que se trataba de un oratorio privado, los Miró hicieron construir una puerta hacia el exterior para que los payeses de alrededor pudieran usarla.
Antes del inicio de las obras de rehabilitación, prácticamente todo se conservaba tal como lo dejó el pintor en 1976, el último año que estuvo en el Mas Miró: la masía, el taller, la capilla, la balsa donde se bañaban y todavía se conserva el fregadero para lavar la ropa, el antiguo pozo, el gallinero y el corral.
El espacio conserva diversos elementos que forman parte de la actividad de Miró: herramientas de pintura, bocetos, materiales y objetos diversos, y en las paredes destacan unos grafitis inéditos que Miró pintó utilizando la pared como apoyo para representar sus ideas.
En colaboración con el Ayuntamiento de Mont-roig del Camp y de la Sucesión de Miró, la Fundació Mas Miró ha creado la nueva ruta 'El paisaje emocional de Miró', que vincula la masía con los paisajes que inspiraron al artista.
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