Domingo Zapata junto a algunas de sus obras. | Julián Aguirre

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Medio millón de personas pasea a diario por uno de los rincones más emblemáticos de Nueva York, Times Square; allí, levantando la mirada hacia una de sus imponentes pantallas, uno se encuentra con uno de los creadores más aclamados en la Gran Manzana: Domingo Zapata (Palma, 1974). Artista y celebrity, el pintor se codea con los nombres más exclusivos del mundo del arte, con las estrellas del cine, la música y el deporte, e incluso con el mismísimo papa Francisco, con quien compartió pincel hace unos meses en el Vaticano. Ahora, Zapata recala en Mallorca para exponer sus obras en Palma por primera vez. La muestra, un retrospectiva «que repasa mis veinte años de trayectoria», se inaugura este miércoles en la galería Ahoy! (Concepció, 6), desde las 19.00 horas.

Es la primera vez que expone su obra en Palma. ¿Está nervioso?
— Me impone, claro, me da mucho respeto; por eso he traído lo mejor de mí. Es una exposición que llevaba mucho tiempo esperando.

¿Por qué ahora?
— Lo hago por varios motivos. Primero, porque ha surgido la oportunidad; segundo, porque quiero compartirlo con mi familia y los amigos que me han visto llegar hasta donde estoy; y por último, porque quiero ayudar a jóvenes artistas de la Isla. En esta muestra recaudaré fondos para crear becas con el fin de ayudar a despegar a jóvenes creadores que, por una razón u otra, no tienen los medios para llevar a cabo sus proyectos. Si hubiera querido exponer en Palma hace siete u ocho años podría haberlo hecho, pero ahora es el momento. Dicen que no soy profeta en mi tierra, pero todo tiene un proceso.

¿Qué presenta en esta exposición?
— Son obras que recorren veinte años de trayectoria. Hay cuadros que son de 1993 y 1997, y que nunca se han visto. También rindo homenaje a mis características como artista y presentó una nueva serie Camuflage, en la que reúno los componentes de mi trabajo, es muy pop.

¿Qué planes tiene para los días que va a pasar en Mallorca?
— Estaré aquí hasta finales de agosto y quiero disfrutar de la Isla y de todo lo que me gusta de aquí. En Mallorca lo tengo todo, mi base cultural, el amor por el arte. Es un lugar con una gran tradición artística, muy importante. El que se cría en Mallorca tiene que tener ciertas nociones de arte, aunque sea en el subconsciente.

¿Qué proyectos tiene al otro lado del charco?
— Tengo un proyecto para la segunda torre del nuevo World Trade Center, un mural [ya realizó uno para la primera torre]. También colocaré una escultura en la sede de Naciones Unidas. Será la figura de un tiburón con motivo de la protección de los océanos.