Sus sobrinos Emilio y Carlos Pérez de Rozas han informado sobre el fallecimiento de Kike, que perteneció a la segunda generación de la histórica saga, en sendos artículos publicados en El Periódico y La Vanguardia.
Enrique Pérez de Rozas pertenecía a una saga de periodistas y fotógrafos que relató con sus instantáneas la historia de la Barcelona del siglo XX, vinculada a la Agencia Efe, donde Kike trabajó durante años, al igual que su hermanos Carlos y Rafa, y tal como hiciera su padre, Carlos Pérez de Rozas Masdeu, que falleció de un ataque al corazón con la cámara en la mano en 1954.
Los tres hermanos -Carlos, fallecido en 1990, Rafa, que murió en 1997, y Kike-, además de Manolo, otro de los hermanos, trabajaron siempre juntos para numerosos medios, como La Vanguardia, La Solidaridad Nacional, La Prensa y la Agencia EFE y firmaban habitualmente sus fotografías únicamente con su apellido, de forma que no se sabía exactamente quién de ellos era el autor.
Una foto histórica de la que sí se tiene constancia que hizo Kike Pérez de Rozas fue la que en 1965 captó a los miembros de The Beatles bajando del avión que les traía a Barcelona, ataviados con monteras de toreros, según revela su sobrino Carlos en La Vanguardia.
«Ellos, los tres, fueron los ojos eternos de la Agencia Efe, que siempre dio un eco mundial a su exquisito y periodístico material», explica Emilio Pérez de Rozas en su elegía de El Periódico.
Más de 800.000 instantáneas de la saga de los Pérez de Rozas se conservan en el Archivo Fotográfico de la Ciudad de Barcelona.
Amante del deporte y de la fotografía deportiva, de los coches, las motos y la velocidad, Kike Pérez de Rozas, el más moderno de los tres hermanos, según su sobrino, fue el pionero en introducir en «La Ronda», como llamaban al despacho y laboratorio que tenían en el número 23 de la Ronda Universidad de Barcelona, la primera cámara japonesa con la que trabajaron.
Emilio Pérez de Rozas explicaba hace unos años que Kike le confesó: «Recuerdo que cuando cumplí los 14 años, fui a ver a papá al comedor y le dije que no quería estudiar más, que quería trabajar con él. Yo no sabía que quería ser fotógrafo: quería ir con él a los sitios y ayudarle. O simularlo».
«Recuerdo que papá me miró fijamente a los ojos y, con voz ronca, me dijo: 'Mañana mamá te dirá algo'. Al día siguiente, mamá ya no me despertó a las ocho para ir al colegio. Ese día ya le llevé el flash a papá», explicaba Kike Pérez de Rozas.
Su capilla ardiente se instalará a partir de mañana 1 de octubre en el Tanatorio de Les Corts y el funeral se celebrará el día 2 a las 10:30 horas.
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