Son restos que antes de la limpieza inicial, que tuvo lugar en una primera fase el año pasado, no se distinguían debido a la suciedad, el polvo y la patina gris con la que había sido cubierta esta construcción. Marina Granero Cortés, Llucia Bosch Rubio y Manuel Jardón Cabezas han empleado técnicas novedosas, tanto para el análisis del estado de la cuestión como en la rehabilitación.
El sepulcro, que quedó inacabado, se fecha entre 1460 y 1492. De estilo gótico, sus autores serían Joan Llobet y Francesc Sagrera. El sarcófago de Llull está situado hacía la mitad de la estructura y es de alabastro. Fue un encargo de los jurados, que lo pagaron. La restauración ha sido promovida por el Bisbat y los Franciscanos TOR.
¿Qué encontraron los restauradores cuando accedieron al monumento? «Las primeras analíticas confirmaron que existían restos de policromía en los acabados». Antes debieron quitar el polvo y las sales que procedían de la humedad. Esta capilla está cubierta por un tejado exterior que se encontraba en malas condiciones, por lo que sobre el sepulcro «llovía literalmente». Por otra parte, la piedra «no se podía desalar porque ese proceso haría que se perdieran las policromías». El trabajo no parecía sencillo.
Los expertos han tenido que elaborar un proyecto científico a todos los niveles. Analizaron la composición de la policromía para conocer los pigmentos que en su día se habían usado e hicieron un estudio de las condiciones ambientales.
A lo largo de estas investigaciones descubrieron que el conjunto funerario había sido recubierto por una pátina gris artificial que «había afectado a la policromía». Por supuesto, se plantearon una intervención «conservativa» de la misma. Entre las técnicas utilizadas, y para elaborar un diagnóstico científico, el color se documentó fotográficamente mediante la fluorescencia inducida por radiación de luz ultravioleta, con el asesoramiento del fotógrafo Jordi Aguiló Fiol.
También contaron con un colaborador de excepción, «un especialista en fijativos», el italiano Philip Krone Morelli, del organismo denominado Opificio delle Pietre Dure, de Florencia. «Se probaron varios métodos de fijación de la policromía y algunos se descartaron ya de entrada, como las resinas sintéticas», hasta concluir que se utilizaría Funori, «un compuesto de algas marinas japonés con un comportamiento muy similar al aglutinante» original, la cola proteica. Es estable en el tiempo, no afecta al color original y tiene su PH compatible con la piedra. «Si hubiera que restaurar de nuevo, bastaría con aplicar otra capa de Funori, del que se necesita solo un 0,7 % para fijar la policromía, frente al 2 % que hace falta con otros materiales». Lo importante en restauración es: cuantos menos elementos extraños, mejor.
17 comentarios
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Sisi molt be filologuets, pero i si xerram de restauració i conservació?, que es de lo que va s'article. En ves de discutir sobre política i filologia, que en aquest cas es mínima sa importancia que tenen aquetes qüestions...
@para tofolino, Llemosí o llengua llemosina va ser un terme que es va utilitzar a partir del segle XVI per a designar la llengua catalana, inspirant-se en el seu parentiu amb l'occità i referint-s'hi a través del nom d'un dels dialectes occitans, el de la regió nord-occitana de Llemotges. Al principi, al s. XVI, als regnes de València i de Mallorca la denominació designava el català arcaic. Al segle XIX, quan Bonaventura Carles Aribau va escriure l'oda La Pàtria (1833), el terme fou acollit a les Illes Balears i, especialment, al País Valencià, on es va fer molt popular en els ambients de la Renaixença. Es va veure en el terme llemosí l'oportunitat d'una denominació unitària per a la llengua sense referències geogràfiques que provoquessin susceptibilitats. Però, a mitjan segle XIX, els especialistes en literatura trobadoresca consideraren inadequada aquesta denominació i, 1862, Marià Aguiló i Fuster reivindicà la recuperació del nom de "català" als Jocs Florals.
@para tofolino, te repetesc que estas equivocat. Me sap greu però no. Els primers testimonis de català escrit són del segle IX, encara que el primer document considerat literari en català són les Homilies d'Organyà, del segle XIII. Fins als segles XVI i XVII, quan comença el retrocés de la llengua enfront del castellà, el català s'estén i la seva literatura es desenvolupa amb autors com ara Ramon Llull (s. XIII - s. XIV), Ausiàs March i Joanot Martorell (s. XV)
El poeta Ausías March, que es posterior a Ramón LLull en centenares de años, siempre habla de la lengua Lemosina en sus textos, y nunca de la lengua catalana, y el mismo Lope de Vega, contemporáneo y amigo suyo, se dirige por escrito a él como el gran autor y poeta de la lengua Lemosina. Sigues sin indicarme la fecha de un texto escrito que hable de la lengua catalana anterior al siglo XIX, ni tú, ni ninguno de tus amigos filólogos catalanes o catalanistas.
Los filólogos e historiadores catalanistas están totalmente politizados, y la prueba de ello, es con el relato del procés, nadie se lo ha creído ni les ha apoyado en el resto del mundo, ya que cualquier historiador del resto del mundo no se creen las milongas que cuentan, sólo se lo creen en las regiones de habla catalana donde tienen la educación adoctrinada. Nunca han sido una nación como nos quieren vender.
Los filólogos e historiadores catalanistas están totalmente desprestigiados en el resto del mundo que no sean las regiones de habla catalana. Son los únicos filólogos del mundo que defienden una educación monolingüe en una sociedad bilingüe, cuando en el resto de España y del mundo en las sociedades mono-lingües se apuesta por la educación bilingüe. En Dinamarca nadie se atreve a decir que porque la mitad de la educación se hace en inglés que el idioma Danés peligra en su desaparición, coa que aquí se atreven a decir estas barbaridades que no se dice en ningún lugar del mundo, y les desprestigia en el resto del mundo.
@para tofolino. Cap filòleg, amb un mínim de prestigi i que no faci política, del món defensarà la teva tesi del circulo balear. Ramon Llull utilitzà a les seves obres quatre llengües amb una finalitat instrumental: català per arribar al seu poble, el llatí per convèncer als intel·lectuals, l'àrab per arribar als infidels i el provençal a la seva joventut per fer poesia trobadoresca. Molts d'aquests llibres, en un gest insòlit a l'època, van ser traduïts per ell mateix a l'àrab i al llatí. Utilitzà el català en obres filosòfiques, científiques i teològiques per fer arribar de manera més comprensible aquestes idees a un públic urbà, burgès o aristòcrata. Va ser el primer cop que es va fer servir la prosa en català de forma extensa i de creació pròpia, ja que les manifestacions anteriors en català eren escrits específics i sovint traduïts del llatí (hagiografies, homilies, etc.).
En todas estas obras, ni en ningún escrito anterior al siglo XIX, se dice que estas obras están escritas en la lengua catalana, en cambio si existen muchos textos antiguos haciendo referencia a la lengua occitana y al dialecto LLemosí, que es en la lengua que escribía Ramón LLull y Ausías March, y están escritas estas obras, al igual que el primer libro que se escribió en Mallorca, el llibre del repartiment de la conquesta del rei Jaume I el conqueridor.
Viva El Diario Ultima Hora
@Para Tofolino, encantat home, estic content que t'interessi la lliteratura catalana antiga, aquí tens un parell d'obres de'n Ramon LLull en català: - Arbre de ciència; - Blanquerna, - Llibre d'amic e amat, - Els dotze principis de la filosofia, - Llibre de contemplació en Déu, - Llibre del gentil e dels tres savis, - Llibre de l'ascens i descens de l'intel·lecte, - Llibre de l'orde de cavalleria, - Fèlix o Llibre de meravelles, - Llibre de les bèsties, - Llibre dels Mil Proverbis, etc.