Una de las imágenes que dejó Sant Jordi, el año pasado en Palma. | Jaume Morey

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Se acerca el día de Sant Jordi y como todas las demás casillas del calendario durante el confinamiento, el aura de extrañeza y excepción se adueña del ambiente. Para contrarrestar esta sensación y con el fin de promover diversas causas, varias iniciativas nacen estos días destinadas a asegurar un Sant Jordi que, si bien diferente, no por ello menos cultural o beneficioso para todos.

Desde el Govern surge la primera de las propuestas, que han bautizado Per Sant Jordi, una paraula, «una iniciativa participativa» en redes sociales en las que se anima a cualquier persona, entidad o instituciones «independientemente del origen, edad o la lengua que hable» a compartir una palabra en catalán bajo la etiqueta    #parauladesantjordi. El objetivo es que «además de realizar una actividad lúdica, compartir palabras y que la lengua catalana sea un elemento cohesionador de la sociedad».

Aquellos que participen, además, pueden explicar en cualquier formato, ya que es una propuesta abierta en contenido y forma, el origen de la palabra, el porqué de su elección o cualquier cosa que consideren relevante.

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El Govern, no obstante, no es la única entidad con su mirada puesta en Sant Jordi. Una agrupación de 37 editores independientes –entre los que figuran las editoriales mallorquinas Adia, El Gall Editor, Quid Pro Quo y Lleonard Muntaner–, ha lanzado un llamamiento a los lectores para animarles a comprar libros durante la festividad del 23 de abril. Explican que «si queremos libros en el mundo exterior», una vez se acabe el confinamiento, «este Sant Jordi os necesitamos más que nunca» porque el «ecosistema rico y diverso en catalán» que han construido durante años «está en peligro al interrumpirse la actividad en la época de la gran cosecha» que supone Sant Jordi. Por ello, animan a comprar libros como medida para «limitar los estragos» de una «catástrofe» ante la cual «los únicos cortafuegos son los lectores», explican.

Sorpresa

Por último, la librería Rata Corner de Palma también aprovecha el 23 de abril para proponer un Sant Jordi diferente en el que sus clientes se dejen aconsejar por los libreros para recibir títulos sorpresa en sus domicilios, recuperando esa figura tan romántica del vendedor de libros como algo cercano a un terapeuta o amigo. Para ello, los interesados deben rellenar un formulario que «a través de un algoritmo de gustos literarios y culturales» propondrá un titulo que será enviado entre el día 20 y 23 a casa del cliente, quien puede decidir el importe que está dispuesto a pagar.

Desde Rata Corner también ofrecen la opción de enviar el libro a otra persona acompañado de una rosa si se entrega en Palma. De esta manera, el libro que llegue es una sorpresa para el cliente, en una forma de celebrar Sant Jordi novedosa y, al mismo tiempo, tradicional.