Imagen del musical de Banderas.

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La vuelta de los musicales a la Gran Vía de Madrid cuenta con una de las fechas más esperadas: el estreno de A chorus line, el clásico al más puro estilo Broadway de todos cuantos adornan los teatros de la capital y que, además, cuenta con la producción y codirección de nada menos que Antonio Banderas.

Protagonizado por Manuel Bandera, esta historia tiene en su elenco a un joven mallorquín quien, a pesar de su edad, suma más de siete años de experiencia en el teatro musical. Se trata de Pep Guillem, quien interpreta a Larry, un personaje con quien «me siento muy identificado».

El mallorquín Pep Guillem.

El propio Guillem explica que los «ensayos fueron muy duros» porque, en su caso, «era uno de los recién llegados al equipo», por lo que mientras el resto «solo tenía que refrescar cosas» él y los otros nuevos debían «aprenderlo todo de cero».

Se trata, además, de un «espectáculo físicamente muy exigente y hay que estar a la altura». Se siente, no obstante, arropado por «las 24 o 25 personas y 14 músicos» que componen una obra «que fue estrenada en 1975 y tiene todo el estilo de esa época, hasta pasos de baile que la gente hacía en las discotecas de entonces».

Trama

La trama sigue la acción de una audición en la que el director, Zach, pide a los aspirantes que le cuenten cosas de su vida, «algo poco habitual en la vida real», explica Guillem. De esas historias se extraen «momentos muy emotivos y bonitos y aprendes mucho de cada personaje».

El suyo, Larry, es el asistente de Zach, y Guillem no puede evitar sentirse muy identificado con él. «Es el bailarín modelo del director, que está todo el rato a su lado y es puesto como ejemplo». Se trata de «alguien con formación con mucha base de clásico y jazz», algo que comparte en cierto sentido con Guillem quien viene de «la danza clásica que estudié en el Conservatori de Palma y que te da una disciplina casi militar».

Larry es, pues, un «personaje que está siempre ahí y responde bien, sabe lo que tiene que hacer en todo momento y lo hace», del mismo modo que él mismo, Guillem, tiene «la disciplina del clásico y mis recuerdos de estar al pie del cañón siempre».

Un momento del musical 'A chorus line'.

La concepción original, la dirección y las coreografías originales son del conocido y reputado Michael Bennett, lo cual ya son palabras mayores, pero el hecho de que la compañía esté «bajo el nombre de Antonio Banderas es también una gran responsabilidad porque es un hombre muy importante en España y tenemos que estar a la altura». Al fin y al cabo, «la gente espera mucho nivel y tiene que ser tipo Broadway».

En cuanto a la trayectoria de Guillem, a pesar de contar con solo 25 años, cuenta ya con siete de experiencia en varios musicales, un género al que llegó tras ver El rey león. «Me dejó flipando en colores y me dije: yo puedo hacer esto». Él «amaba el clásico de todo corazón, que es la base de todas las danzas y te da técnica y disciplina, pero siempre he sido muy de cantar, actuar y sentía que solo la danza se me quedaba corto».

Fue entonces cuando decidió formarse en interpretación y canto y tras solo unos meses «mi profesora me dijo: preséntate a esta audición para el musical de Hércules. Lo hice y me cogieron. Desde entonces no he parado hasta la pandemia».

Sensaciones

Ese parón, de hecho, fue el momento más duro, y Guillem está tan entregado a A chorus line que hasta usa la obra para expresar sus sensaciones: «Hay un personaje que se rompe una pierna en la audición y a raíz de esto el director pregunta qué haríamos los demás si fuera nuestra última noche de baile.

Esta pregunta debido a la pandemia gana mucho peso porque ahora nosotros sabemos qué es que de un día para otro no puedas hacer lo que más te gusta, tu vocación, tu trabajo, que toda tu vida se acabe. Por eso, estar de nuevo con el público será algo increíble».