Company ha recordado que el presupuesto para la construcción de la sede, ubicada en un solar de Nou Llevant cedido por el Ayuntamiento de Palma, es de 8,5 millones de euros, de los cuales la Fundación Kühne ha aportado 2 millones, Fundatur 2 millones y los otros 4,5 son una aportación del Govern, que se desglosan de la siguiente manera: un millón para los costes asociados a la construcción, que se financian a través de la ecotasa del 2016 y 3,5 millones de euros más que van destinados a la construcción en sí misma y que se cofinancian en un 60% con fondos FEDER.
El conseller se ha mostrado feliz por el progreso de las obras, al igual que los presentes, entre los que se encontraba el presidente del Parlament, Vicenç Thomàs; la directora general de Cultura, Catalina Solivellas; el gerente de la OSIB, Pere Malondra; el director de la Sinfónica, Pablo Mielgo; el director de la Agencia de Estrategia Turística de las Islas Baleares (AETIB), Francesc Mateu; la teniente de alcalde de Cort, Joana Maria Adrover; el regidor de Cultura de Cort, Antoni Noguera; el arquitecto de la obra Ignacio Prieto; la representante de Fundatur, Carme Serra y el representante de la Fundación Khüne, Björn Spaude. «Ya tenemos a los mejores músicos y solo faltaba la mejor infraestructura», ha señalado.
Proyecto
Diego Carreño ha insistido en que se trata de «una obra muy compleja» porque será un edificio de 4.600 metros cuadrados y «contendrá los usos de la actividad propia de la Sinfónica, así como también la parte administrativa de la Fundación». «Es un edificio muy versátil y complejo, aunque aparentemente sea sencillo, pues hay toda una estructura tecnológica que no se puede apreciar», añade.
Asimismo, ha recalcado que la sostenibilidad es un elemento clave del proyecto. «Hemos buscado todo tipo de políticas de ahorro energético para conseguir el aislamiento tanto térmico como acústico. Evidentemente las instalaciones también serán de bajo consumo e incluso existe la posibilidad, en un futuro, de poner una comunidad energética en el edificio que facilitaría el consumo para los vecinos», ha avanzado.
Espacios
El edificio de la Caja de Música está diseñado en forma de u con la música como parte central del proyecto. La sala principal cuenta con un «perímetro a modo de muralla protectora que abraza la música y en la que se ordenan los usos y equipamientos para el correcto funcionamiento de la Orquestra». Carreño insistió en que «si bien se concibe el perímetro como protección, no es una caja de música cerrada, sino que estará abierta. La idea es que sea un proyector para el barrio y la sociedad. Así empezó el diseño y así se mantendrá de forma literal: será el centro de muchas actividades». Por otra parte, dentro de la complejidad del conjunto, «la Caja de Música se ha concebido para que cada una de sus partes pueda funcionar de manera autónoma y eficiente para optimizar así el comportamiento del edificio y que este tenga altas prestaciones energéticas».
Está previsto que en último trimestre de este año se empiece a construir la sala principal, el auditorio. Una vez terminadas las obras, las instalaciones de la Caja de Música sumarán más de 4.600 metros construidos. Además, a la futura sede de la OSIB se harán tanto ensayos como conciertos de la formación, además de eventos culturales, con el compromiso de «generar actividades para fomentar la participación de la gente de barrio y de los grupos musicales de Ciutat».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.