Un joven se coloca ante un ordenador en el sótano de su casa, en la oscuridad. Inicia una videollamada en el portal web Chatroulette, en el que se producen encuentros sexuales, eróticos o afectivos online ante desconocidos. Un rayo de luz que esconde mucho detrás. Este es el punto de partida de La Carn, el debut escénico de Lluís Garau (sa Torre, Llucmajor, 1997), una pieza más cercana a la performance que al lenguaje teatral clásico en la que el autor reflexiona sobre su generación, la Z, a partir de la apertura de una ventana a la intimidad de un joven en internet. El estreno será este sábado, a las 20.00, en el Casal Solleric dentro de la Nit de l'Art.
La Carn se basa en tres ejes temáticos. El primero se centra en «la exposición del cuerpo y su mercantilización en redes, online». Garau lo utiliza para «hablar de mi generación, que han crecido desde muy jóvenes exponiendo nuestros cuerpos en internet, un hecho que a veces genera una distancia entre la percepción real, lo que realmente somos, y cómo nos mostramos en las redes». Un hecho que podría desencadenar «un shock en la percepción de uno mismo», sostiene.
Encuentro
El encuentro entre dos desconocidos a través de un chat virtual es el germen del segundo eje temático, con el que Garau analiza «cómo se comportan los cuerpos de los individuos, en este caso masculinos, que se encuentran en un espacio en el que interactúan ya sea a nivel sexual, afectivo o simplemente para conocerse». Todo ello teniendo en cuenta que se trata de hombres que, «viviendo a kilómetros de distancia, pueden establecer una relación íntima».
El último punto que se desprende de La Carn es «la desconexión generacional en el aspecto tecnológico entre los padres y los hijos» de esta generación. Unos progenitores que «no han avanzado al mismo ritmo que la tecnología y eso determina una frustración por la que se preguntan qué motivos llevan a sus hijos a tener esas conductas online».
El público también juega un papel importante en una obra como La Carn; en realidad, hay dos tipos públicos: el que está presente en el lugar donde se realiza la performance y los participantes en la videollamada, quienes «no saben que están siendo partícipes de una pieza escénica». En este sentido, Garau respeta su intimidad y su «anonimato, no me parecería justo dejarles en evidencia o ir en contra de ellos».
La Carn es la primera pieza teatral de Lluís Garau, que presentó en Barcelona a principios de verano y la función del sábado en Palma será su segundo asalto. Se muestra, además, encantado de que sea en un escenario como el Casal Solleric y en la Nit de l'Art, por eso «quiero dar las gracias al área de Cultura del Ajuntament por apostar por este tipo de proyectos».
Una performance inspirada, y dejando entrever el camino creativo que tomará Garau, en tres referencias: el filme En el sótano, de Ulrich Seidl, y la obra de otros creadores: el artista Félix González Torres y el binomio danés Elmgreen & Dragset.
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