Vista general de la iglesia Monti-Sion. | F. Amengual

TW
2

A pesar de las exclaustraciones, los jesuitas todavía conservan un patrimonio artístico de primer orden. En la sacristía y las dependencias situadas detrás del presbiterio y que se extienden hacia el claustro está el museo de san Alonso Rodríguez en las que se contienen muebles, pinturas, relicarios, piezas de orfebrería y otros objetos de gran valor.

En algunas de las visitas guiadas que realicé hace ya bastantes años, además de las obras singulares que detallo más abajo, recuerdo piezas tan interesantes como el retrato del jesuita Pere-Joan Andreu i Orlandis (1697-1777), una silla diseñada por Gaudí, un antiguo y raro marco de marquetería, la impresionante cajonera de la sacristía y el austero mobiliario de la celda de san Alonso.

Inmaculada Concepción por Miquel Bestard, hacia 1617
El lienzo de la Inmaculada Concepción, que Miquel Bestard pintó en torno al año 1617.

Toda una colección de enseres y obras de arte que merecen ser declaradas BIC y asegurar su permanencia en Mallorca. La riqueza artística de Monti-Sion aparte de su arquitectura monumental, ha sido estudiada por grandes investigadores de la Isla como el padre Gabriel Llompart C. R. y los historiadores del arte Tina Sabater y Marià Carbonell. También, algunas de las obras de arte aparecen en la Gran Enciclopèdia de la Pintura i l’Escultura a les Balears (GEPEB).

Piezas singulares

Sin duda la pieza más espectacular que conserva el colegio es el retablo gótico de Nostra Senyora de Monti-Sion obra de un maestro anónimo -documentado en 1400- que todavía recibe el nombre provisional de Mestre de Monti-Sion. El retablo mide 425 x 310 cm., consta de cinco calles: en la tabla central la Virgen con el Niño y en los laterales san Blas, santa Magdalena, santa Lucía y san Antonio abad.

En la zona de las sacristías se custodia una de las pinturas más importantes para la historia del arte en Mallorca. Se trata del lienzo de la Inmaculada Concepción, que es una obra de Miquel Bestard, el pintor mallorquín más diestro de su época. Este cuadro de gran tamaño data de principios del siglo XVII y según comentario del catedrático Marià Carbonell (2007): «Som davant d´una de les primeres obres conservades del pintor, de les millors i de les més delicades». También los jesuitas son poseedores de una pequeña y delicada pintura del Descanso en la Huida Egipto (ca. 1740-1747) del célebre pintor Guillem Mesquida.

Aunque parezcan piezas menores –que no lo son– hay que mencionar tres exvotos pintados sobre madera verdaderamente excepcionales. Estos destacan por sus medidas que son más grandes de lo habitual 75 x 60 cm y cada uno es singular por el tema representado; el primero nos ofrece una visión de la celda del rector del colegio P. Miquel Julià enfermo en su catre mientras Alonso Rodríguez intercede a la Purísima para su recuperación, está fechado en 1617. Otros dos son los exvotos de alcoba más espectaculares de Mallorca en los que se reproducen lujosos interiores del siglo XVII, en uno de ellos destaca la cama con dosel y aplicaciones de talla escultórica de estilo manierista en sus pilares.

La predela del retablo mayor

Uno de los retablos más importantes del siglo XVII en Mallorca es el que preside el altar mayor de la iglesia. Fue diseñado por el milanés Camilo Silvestro Parrino hacia 1610 al que también se le atribuyen los cuatro bajo relieves de la predela que no hace muchos años fueron arrancados y robados. Entonces, se consiguió recuperar las piezas pero estas no volvieron a su lugar pues fueron reemplazadas por paneles fotográficos, guardando los originales en el colegio. Esto significa que si estas piezas siguen sueltas pueden ser fácilmente transportadas y desaparecer de la manera más absurda.

Me comunican que algunas de estas dependencias de Monti-Sion se encuentran vacías aunque me imagino que el retablo gótico sigue adosado a la pared y que la gran cajonera permanece empotrada en un ángulo de la sacristía. Del resto no sabemos nada y aquí quien tiene que dar explicaciones es la Compañía de Jesús para evitar cierta alarma social. Luego está la comisión del patrimonio del Consell de Mallorca que tiene que intervenir de inmediato para esclarecer la situación de este importantísimo legado histórico artístico de los jesuitas en Mallorca.