Lluís Garau: «Si no fuera por internet hubiera tardado mucho más en encontrarme a mí y mi identidad»

El rodaje de la película arranca mañana lunes en MN Studios con la producción de Mansalva Films y la dirección de Joan Porcel

El actor mallorquín Lluís Garau, autor de ‘La Carn’ y pieza clave del proyecto fílmico del mismo nombre.

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Un joven encerrado en una habitación que está al mismo tiempo solo y acompañado gracias a su ordenador, el cual le permite interactuar con desconocidos de todo el mundo a los que ve, oye y habla, pero a los que no puede tocar. Mañana arranca en los estudios de MN el rodaje de La Carn, uno de los proyectos más ambiciosos que se rodarán en Mallorca este año llevado a cabo por el talento local, emergente y joven de la Isla. Se trata de la versión cinematográfica de la obra de teatro del mismo nombre que protagoniza Lluís Garau, quien se pone ahora frente a la cámara para un proyecto que coescribe con Joan Porcel, quien también dirige, y con Pere Sastre, y que colocará al joven isleño frente a dos cámaras: la del ordenador y la de cine.

Garau confiesa que los nervios están a flor de piel al destacar que «hace días que no duermo», pero al mismo tiempo confía en el equipo que le acompaña, formado principalmente por isleños. «Hemos formado una familia y sé que estaré muy protegido», señala Garau que reconoce como uno de los mayores activos que tendrá el filme el peso del talento local en él. Es una manera de poner en el mapa el tejido creativo de Mallorca y poder decir que «se hace una película como esta aquí».

Por otro lado, la película tendrá un sabor claramente generacional. «Es inevitable», indica Garau al señalar que La Carn hablará de quien se ubican entre los millenials y la Generación Z, precisamente la misma a la que pertenece la mayoría del equipo. «Es una película hecha sin profes», bromea Garau en referencia a que son los alumnos los que, sin tutorización, se encargan de sacar adelante un proyecto que «habla de la soledad que sentimos muchos jóvenes que estamos encerrados en nuestras habitaciones conectados a una pantalla e incapaces de salir de ahí y de relacionarnos con el mundo».

Por estas razones, Garau es más que consciente de que habrá personas mayores a las que les cueste entender, entrar y empatizar con lo que el largometraje pretende transmitir. «Hay gente que tiene una lectura negativa de internet», se muestra consciente el isleño al tiempo que añade que esto no le quita para nada «las ganas de saber su opinión».

Por su parte, como una persona que se ha criado precisamente con herramientas como son internet, las redes sociales, plataformas como Chatroulette (una página en la que desconocidos de todo el mundo podían interactuar a través de sus cámaras webs), la lectura de Garau de todo este mundo es «positiva» porque «aunque nos otras generaciones nos vean alienados, sin espíritu crítico o manipulados, mi personalidad se crea en internet y mi identidad también», y se muestra consciente de que «probablemente hubiera tardado más en encontrarme si no hubiera tenido esta herramienta en casa». Por ello, el «discurso es intentar encontrar algo de luz en este mundo que es internet y hacer que la gente nos pueda ver con otros ojos» en relación a la forma de ser de los jóvenes.

El hecho de que la obra de teatro llegue al medio audiovisual sirve, precisamente, para llegar a más gente. «El teatro al fin y al cabo tiene un público limitado», reconoce Garau que habla también de los muchos referentes cinematográficos que tiene y que ha traspasado al medio escénico con La Carn y ahora, gracias a la inestimable colaboración de Porcel y Sastre, puede trasladar también al medio fílmico gracias a este proyecto de documental.