¿Bolsas europeas o americanas?

Desde luego, el pensamiento generalizado de que las europeas simplemente van siguiendo a las americanas es una de esos conceptos dados por válidos entre la sociedad (incluyendo a algunos analistas) que son totalmente falsos. Evidentemente, existe cierta correlación entre muchos mercados, pero ni mucho menos podemos ver una relación causa-efecto.

La situación actual, donde los índices europeos están subiendo más que los norteamericanos, es totalmente inversa a lo que sucedió los dos años anteriores donde las americanas se revalorizaron considerablemente más que las europeas, valga como ejemplo el +29,60% del S&P500 en 2013 y el 11,39% de 2014; por los +17,95% y +1,20% del EuroStoxx50 en esos mismos periodos.

Hay todavía elementos que pueden hacer que esta situación continúe: el primero es que las valoraciones de las empresas de Estados Unidos están más cercanas a su cotización actual que las nuestras. O dicho de otra forma, que la bolsa americana está algo más cara que la europea.

La evolución de la divisa también es un factor a tener en cuenta ya que actualmente el euro se encuentra incluso por encima de lo que se considera la “paridad por poder adquisitivo” aunque la tendencia y las políticas monetarias de ambos bancos centrales (FED en EEUU y Banco Central Europeo en la euro zona) hacen difícil saber dónde frenará.

Precisamente las decisiones monetarias que siendo importantes a nivel de economías domésticas (posible subida de tipos en EEUU y el QE en Europa) no debería ser un detonante para que el mercado compre una bolsa u otra, ya que es fácil que un europeo pueda invertir en bolsa americana si lo considera oportuno y viceversa.

Parece que la opción más sensata es todavía mantener algo de bolsa americana (máximo un 20% de la cartera) mientras se va clarificando la situación. De todas formas, hay que estar atento a la evolución en las próximas semanas