La importancia de la actividad turística en el modelo económico de Balears y las previsiones acerca de su crecimiento futuro nos obliga a contemplar todos y cada uno de los efectos que se derivan del desarrollo turístico. No solo aquellos aspectos positivos relacionados con el crecimiento económico sino también sus impactos socio y medio ambiental negativos que son provocados paulatinamente y que generan más preocupación social con los años.
La demanda social para que las empresas asuman comportamientos éticos y sociales, por encima de objetivos meramente económicos y estrictamente legales, se está incrementando y a la vez exigiendo a las organizaciones un mayor compromiso en este sentido.
La paulatina incorporación por parte de las organizaciones de políticas, líneas de actuación y toma de decisiones que persiguen objetivos exclusivamente económicos sino también sociales, éticos y filantrópicos en sus operaciones comerciales y sus relaciones con los interlocutores nos acerca a la conocida RSC (Responsabilidad Social Corporativa).
La integración voluntaria por parte de las empresas en esta nueva dimensión de responsabilidad social ha aumentado, como también su relevancia en la gestión empresarial, no solo porque contribuye a reducir los impactos negativos sino que además aporta importantísimas ventajas competitivas que contribuyen a potenciar una estrategia de relación duradera con los mercados y los clientes.
Al desarrollar iniciativas de RSC, las empresas adoptan actitudes medio ambiental y socialmente favorables, además de proyectar una determinada imagen, un cierto posicionamiento y un esperado reconocimiento. En este sentido, los investigadores demuestran que políticas de responsabilidad medio ambiental y social refuerzan positivamente la reputación de la empresa, la satisfacción de sus clientes, la atracción por parte de futuros solicitantes de empleo...
El sector turístico balear no ajeno a esta realidad lleva años trabajando en esta dirección, impulsando políticas tanto desde el ámbito público como privado. Iniciativas legislativas, creación de foros específicos para el debate, diseño de indicadores medioambientales, sociales, así como la promoción de asociaciones hoteleras específicamente preocupadas por el medio ambiente, implantación de programas de sensibilización y formación en el sector, creación de fundaciones financiadas íntegramente por corporaciones hoteleras, alianzas y acuerdos colaborativos con ONG, presentación de las memorias de RSC, divulgación de sus prácticas y múltiples reconocimientos nacionales e internacionales a su labor social y medio ambiental.
Asignatura pendiente es aún hoy conseguir la implicación de los trabajadores en la profundización y éxito de las RSC en el ámbito laboral de las organizaciones, pues es obvio que un creíble programa de RSC exige el concurso de todos quienes trabajan en la industria que pretende implicarse en las responsabilidades sociales y medio ambientales habida cuenta que parte del éxito de cualquier iniciativa de gestión empresarial depende de la capacidad y el deseo de los empleados para reconocer y responder a las demandas de los directivos y clientes.
El mantenimiento y mejora de la competitividad está ligada al control de estos impactos negativos ambientales y sociales sobre sus productos y servicios, pues forman parte del atractivo turístico global.
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