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Éxito rotundo para la primera jornada empresarial organizada por el Cercle d’Economia de Menorca y la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos hace un par de semanas en Menorca. Auditorio lleno como pocas veces ocurre en el salón de plenos del Consell Insular de Menorca al que asistió prácticamente toda la clase empresarial menorquina. Son contadas las ocasiones en las que Menorca tiene la oportunidad de reunir a todas las empresas con un mismo objetivo. Anticipándose al mensaje que el vicepresidente de la CEDE, Ramon Adell lanzó en su primera intervención, el Cercle tuvo la habilidad de compartir protagonismo y contar con la complicidad de PIME, CAEB, Ashome y Joves Empresaris de Balears en Menorca para reforzar la convocatoria. “Os animo a trabajar desde la unidad, la generosidad y la solidaridad para el progreso de la isla” fueron sus palabras iniciales con las que acertó de pleno en un primer diagnóstico sobre las debilidades que adolece Menorca.

Las distintas intervenciones estuvieron trufadas de mensajes que en la mayoría de los casos buscaban abrir los ojos del público. Especialmente hábil estuvo el director general de Empresa del ICEX, Isaac Martín Barbero, que supo captar la atención desde el primer momento, no solo por sus excelentes dotes de comunicador, sino por la finura de sus reflexiones. “Hay que saber hacerse bien las preguntas y aprovechar muy bien las oportunidades porque más vale el cinco por ciento de algo que el cien por cien de nada”, afirmaba. Otro de los ponentes que aportó frescura en sus aportaciones fue el expresidente del Grupo Mondelez (antigua Kraft Foods), Maurizio Calenti, que lejos de seguir la moda de hablar de los millenials, advirtió del envejecimiento del continente europeo y de las posibilidades que se abrían para Menorca todo el turismo sénior. No muy lejos se situó el siempre interesante Alfons Cornella, que aconsejó que estuviéramos muy atentos a las tendencias de salud y alimentación sana porque encajaban perfectamente con la idiosincrasia de nuestra isla y nos facilitaría posicionarnos gracias al “tempo” de vida menorquín.

Si la cita de Innovem que tiene lugar habitualmente durante el mes de abril, se ha convertido en un motor para los emprendedores con casi una decena de ediciones, esperemos que esta primera jornada empresarial de la CEDE y el Cercle logre también afianzarse cada octubre como una ventana abierta al mundo real que nos ayude a ser más competitivos.