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Han sido días de miedo en las bolsas. Un nerviosismo que se hizo especialmente patente cuando el pasado día 9 las bolsas norteamericanas hicieron mínimos provocando caídas de más del 12% desde sus máximos históricos, que se habían producido el de 26 de enero.

Los pequeños inversores son mayoría en los mercados, ya sea comprando directamente acciones o indirectamente, vía fondos o planes de pensiones.

Dicho de otra forma, somos una parte fundamental del mercado y conocer nuestros movimientos da ventajas a los que lo saben interpretar: en momentos de caídas sin fundamento (también en subidas) actuamos por miedo (o euforia), dando oportunidades a los grandes. Esto parece ser lo que ha sucedido en la bolsa americana estos días: de mínimos, hasta el momento de escribir este artículo, sus índices se han revalorizado más del 9%.

La pregunta es: ¿ha cambiado algo real en las bolsas americanas? Las empresas siguen presentando buenos resultados, sigue habiendo mucha liquidez, pero por el contrario sigue estando significativamente más cara (o menos barata) que otras bolsas, especialmente las europeas.

De hecho, si la caída hubiera sido porque el mercado se ha dado cuenta de esta diferencia de precios, únicamente se hubiera producido en Wall Street. Sin embargo arrastró a otras bolsas mucho más baratas del viejo continente de forma indiscriminada y sin razón aparente alguna. Todo hacía pensar, como así fue, que se recobraría la normalidad en poco tiempo.

Ya marcábamos, en el artículo “Las bolsas americanas siguen imparables” de la publicación de la semana del 19 al 25 de enero de este mismo año, los soportes para detectar si hay un cambio de tendencia o, al menos, para buscar protección. Estos eran los 2.550 y 2.300 en el S&P 500 y los 6.180 y 5.500 en el tecnológico Nasdaq.

Pues bien, sus cierres mínimos de día 9 fueron de 2.580 y de 6.305, respectivamente. Como se puede ver, los soportes han vuelto a funcionar bien, dando oportunidades a quien los utilizara para comprar, y por consiguiente la estructura técnica de bolsas americanas, al igual que la fundamental, se mantiene invariable.