La estrategia del calzado de Menorca ha sido apostar por un zapato de moda de alta calidad y promover la innovación tecnológica.

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El calzado ha sido, sin duda, la tradición artesana que ha dado a Menorca más relevancia internacional de manera continuada. Una isla de zapateros sustentada en productos estrella en los cinco continentes, como la abarca o la más reciente bailarina, propulsada por las diferentes fábricas de renombre repartidas por todo su pequeño territorio. Una apuesta por el made in Menorca de artesanos y fabricantes de la que resulta heredera la Asociación de Fabricantes de Calzado de Menorca, constituida hace 35 años y formada en la actualidad por 31 empresas.

ORÍGENES. Desde su creación, los principales retos de esta entidad han sido trabajar en mantener la presencia del sector en la isla, promover la innovación tecnológica, buscar nuevos mercados, contribuir a la organización de la participación en ferias, así como la mejora de la formación de empresarios y trabajadores del sector. En este sentido, el calzado de Menorca da trabajo hoy día a casi 800 personas, cuyos niveles de producción de calzado y zapatillas alcanzan el millón y medio de pares.

Sin conocer todavía el ejercicio 2018, la cifra de ventas de 2017 superó los 70 millones de euros, con un porcentaje en cuanto a exportación que representó alrededor del 55 por ciento, lo que constata que más de la mitad se vende fuera de nuestro país. Sin duda, la exportación se ha convertido en un aspecto fundamental para la supervivencia del sector, que debe hacer frente a los problemas derivados de la insularidad y la falta de mano de obra cualificada.

En 2017, el sector del calzado afrontó un gasto en concepto de transporte superior a los 2 millones de euros. Esta losa resta competitividad a los fabricantes, que no pueden luchar en igualdad de condiciones con el mercado nacional.

La base de su estrategia ha sido apostar por un calzado de moda de alta calidad como parámetros que han permitido que el calzado menorquín esté actualmente presente en gran parte del globo terráqueo, consolidando unos productos de referencia como son el zapato de mujer y las abarcas, además de otro tipo de calzado menos conocido que también se fabrica en Menorca, como las zapatillas de ir por casa y las alpargatas.

ACCIONES. Durante todo el año la Asociación de Fabricantes de Calzado de Menorca lleva a cabo un intenso trabajo a nivel local que va desde el apoyo para la asistencia a ferias a fabricantes, la organización de seminarios o jornadas de formación, gestiones más relacionadas con el sector que van desde la tramitación de ayudas a la participación en reuniones a nivel nacional para la negociación de convenios colectivos o también el encargo de acciones publicitarias y de promoción.

En este sentido, en temporada estival se lleva a cabo anualmente una campaña de promoción que va acompañada de inserciones de publicidad en revistas de compañías aéreas, compañías marítimas y redes sociales gracias al apoyo de convenios firmados con el Consell Insular de Menorca. Asimismo, se desarrollan acciones de patrocinio y esponsorización que han culminado en el acuerdo para que el Club de Voleibol de Ciutadella lleve el nombre de Abarca de Menorca en su camiseta o el apoyo a la celebración de la Trail Camí de Cavalls.

A nivel formativo, hasta finales de octubre siete empresas de calzado de Menorca han participado en un proyecto de formación dual promovido por el Ajuntament de Ferreries, bajo la coordinación de la Asociación, para suplir la falta de mano de obra cualificada.
Otra de las acciones destacadas ha sido el apoyo de la entidad en las acciones relativas a la marca de garantía Abarca de Menorca, propiedad del Consell Insular de Menorca. Este último año también ha trabajado intensamente con el Govern balear en la redacción del Plan Estratégico Industrial 2018-2025 de apoyo al sector.