Sea Jeys, la nueva bisutería hecha con plástico reciclado
Tres emprendedores menorquines irrumpen en el sector de los accesorios de moda con un producto diferenciador fabricado en la Isla y que se ha hecho un hueco en el mercado nacional
Carlos Pons Andreu, Aleix Rosinach Olivart y Joan Pons Prieto en su stand de Bisutex junto con Jazzmine Alves, community manager.
Son jóvenes, tienen ideas frescas y parece que actúen con decisión fuera de todo lo establecido en el management empresarial. Carlos Pons Andreu, Joan Pons Prieto y Aleix Rosinach Olivart son los tres socios que están detrás del proyecto Sea Jeys, una empresa dedicada a la comercialización de accesorios de moda de bisutería que combinan innovación, artesanía y un enfoque inquebrantable en la responsabilidad ambiental.
A partir de la transformación de plásticoreciclado que recolectan de las playas de Menorca, son capaces de diseñar y crear accesorios únicos y elegantes con los que han conseguido irrumpir en el mercado nacional tanto a través de tiendas físicas como la venta online. Su proyecto es tan ambicioso como sus ganas de triunfar, cuyo objetivo es convertirse en la marca número uno a nivel mundial en reciclaje y sostenibilidad. Hace poco se presentaban en la feria Bisutex de Madrid y en enero quieren participar en Bijhorca Paris. El que fuera máximo responsable de la marca de ropa surfera Billabong, Nigel Gibb, ya se ha fijado en ellos para conseguir hacer realidad este sueño. Savia nueva para la bisutería menorquina.
ORIGEN. El mundo de la moda y de la bisutería han estado siempre íntimamente ligados y en el caso de Sea Jeys, tuvo una influencia directa. Carlos Pons Andreu se formó en diseño industrial y marketing en Barcelona pero mientras estudiaba, tenía la inquietud de poder crear su propia marca de ropa. Así fue como surgió South, un proyecto surgido en 2021 de manera autodidacta y con el que aspiraba a poder tener una colección unisex de prendas elegantes. «Las diseñaba yo y me las fabricaban en Portugal. Lo más complicado era la logística, pero el hecho de haber trabajado en una tienda de Mango, me enseñó a cómo organizarlo mejor», explica Carlos.
«Por mi cabeza pasaban miles de ideas y una de ellas era poder premiar de algún modo a las personas que adquiriesen una de mis prendas, aunque no tenía claro qué podía ser», añade. Fue entonces cuando después de conocer a una chica que practicaba surf, le vino a la mente la idea de un accesorio único basado en algo relacionado con el mar y conectado con el verano. «Me inspiré en el diseño de una anillo en forma de ola, que había creado hace más de cincuenta años una diseñadora americana pero en vez de hacerlo en oro o plata, lo haríamos con plástico reciclado», explica Carlos Pons.
Junto con su amigo Joan Pons Prieto, que conocía desde pequeño porque eran vecinos en Sant Lluís, se lanzaron a la idea de encontrar algún proveedor que pudiera ayudarlos a poder fabricarlo. «Al final nuestra isla es heredera de una tradición bisutera muy potente y por lo tanto, pensamos que nuestro proyecto también serviría para poner en valor toda este patrimonio», detalla Joan Pons. Después de diversas indagaciones, finalmente pudieron encontrar una empresa de Menorca que les aportó la solución que estaban buscando. «Con el plástico conseguimos unos colores, unas texturas y unas características que no hubiéramos tenido con el metal», especifica. «Estuvimos haciendo pruebas y recurrimos a técnicas innovadoras para convertir el plástico reciclado en material utilizable, asesorándonos con artesanos locales para crear piezas que combinasen estilo y sostenibilidad. Así nacieron los primeros 5.000 anillos», detalla Joan Pons, que ha estudiado el grado de matemáticas.
PRIMERAS VENTAS. Prácticamente en una semana, consiguieron las primeras ventas en diez o quince tiendas de Menorca, con la idea de proseguir a través de otros canales. «El anillo enamoraba a primera vista y nos animamos a comercializarlo por toda España. Cogimos la furgoneta de mi padre llena de material y empezamos a visitar tiendas de Mallorca y Eivissa para acabar recorriendo toda la costa, desde Girona hasta Huelva. Utilizábamos Google Maps para localizar los establecimientos, entrábamos con los expositores y cerrábamos la venta. Fue un poco una locura tantos días fuera de casa pero así pudimos testar personalmente el potencial que tenía», explica Carlos Pons.
«Cuando estábamos ya por Valencia, nos dimos cuenta que estábamos a punto de agotar el stock con lo que decidimos regresar a Menorca momentáneamente para que nos fabricasen 5.000 anillos más y así poder continuar la venta. No nos lo podíamos creer», añade Pons. Al finalizar la primera temporada de venta, Sea Jeys había facturado 40.000 euros y decidieron apostar por aumentar la colección con otros colores y mayor variedad de accesorios, desde pulseras a collares. «Durante el invierno de 2022 diseñamos nuevos expositores y empezamos a pensar en ferias para dar mayor visibilidad a nuestros productos. También pensamos en buscar agentes comerciales que ayudasen a multiplicar nuestra fuerza comercial», añade Joan Pons. En ese momento alquilaron un local de 65 metros cuadrados como oficina y almacén en el Polígono Industrial de Maó, ya que hasta la fecha, lo habían estado haciendo todo desde el garaje de Carlos Pons. La siguiente temporada la arrancaron en Canarias y consiguieron penetrar también en el norte de España, doblando la facturación al acabar el año y la presencia en más de 200 puntos de venta a nivel nacional. «Aprovechando el tirón de la marca, organizamos una recolección de tapones de plástico a través de redes sociales y nos llegaron a miles. Con este proyecto ya llevamos 150 kilos reutilizados», recuerda Carlos Pons.
CRECIMIENTO. El proyecto de Sea Jeys no deja de evolucionar y tiene fijado en el horizonte su crecimiento a nivel nacional y también una expansión internacional. Para poder hacerlo factible cuentan desde este 2024 con Nigel Gibb, el que fuera CEO de la marca de ropa surfera Billabong, que a partir de ahora liderará el proyecto comercial con la idea de ordenarlo y reforzarlo a nivel nacional pero con una mirada también a nivel internacional, ya que tienen previsto entrar en breve en Isla Reunión para vender sus productos.
Este mes de septiembre ya han participado por primera vez en la feria Bisutex en Ifema Madrid, una experiencia muy satisfactoria de la que han vuelto a Menorca con treinta clientes nuevos y siguiendo esta hoja de ruta exterior, tienen previsto ir a París en febrero para poder estar en la feria Bjorhca. Actualmente Sea Jeys cuenta con un equipo de doce personas que se encargan de diversas tareas, desde diseño, producción, comercialización y logística. «En tienda física vendemos doce productos distintos entre collares, pulseras y anillos. En tienda online tenemos un catálogo más amplio hasta las cuarenta y ocho», explica Joan Pons. «El futuro no está escrito pero queremos poder vender en todo el mundo. El hecho que puedan existir competidores creo que es lo mejor que nos puede pasar y no nos da miedo porque un competidor nunca tendrá en su cabeza, las ideas que nosotros tenemos», concluye.