Candidatos a la presidencia del Gobierno en las elecciones generales del 10N.

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España celebrará sus segundas elecciones generales en un año el próximo 10 de noviembre, ya que tras las celebradas el pasado 28 de abril los diferentes partidos políticos fueron incapaces de llegar a un acuerdo para formar gobierno.

Todos los partidos repiten candidato, el único nuevo es Íñigo Errejón, ya que Más País -partido por el que se presenta- no existía en los comicios que tuvieron lugar la pasada primavera. Sin embargo, Errejón también ha sufrido cambios significativos; uno de los más importantes es el de partido, ya que procede de Podemos -fue uno de sus fundadores-, pero las discrepancias con su líder, Pablo Iglesias, le llevaron a crear su propia formación política.

El candidato de PSOE, Pedro Sánchez, también ha sufrido una transformación significativa. Si en los comicios del 28A se presentaba con la intención de llegar a un acuerdo con Unidas Podemos tras las elecciones; ahora parece prácticamente imposible después de que hayan sido incapaces de llegar a un acuerdo y se hayan tenido que convocar nuevas elecciones.

Sánchez ahora ofrece un perfil mucho más centrado y moderado, ya que intenta recuperar a parte de los votantes que se fueron a Ciudadanos. Si en los pasados comicios pasó de puntillas por el tema de Cataluña, ahora intenta mostrarse como uno de los garantes de la unidad de España y de la Defensa del Estado. No quiere que el tema catalán puedan restarle votos en el resto de España y también intenta captar a votantes de la formación naranja en Cataluña.

El cabeza de lista del PP, Pablo Casado, ha dado un giro radical al centro-derecha en estos comicios. La pasada primavera se situó más hacia la derecha, ya que pretendía que no hubiese una sangría de votos del PP hacia Vox. Sin embargo, no lo logró, pero sí perdió el apoyo de muchos electores de centro, que son los que suelen determinar las victorias electorales.

Casado cosechó el peor resultado de la historia del PP, ya que sólo consiguió 66 diputados, 71 menos que en las elecciones de junio 2016. Además, de situarse muy a la derecha, era la primera vez que se presentaba como candidato a unas elecciones generales y llegó muy cansado, ya que hacía poco que había sido elegido para liderar el PP. Ahora llega con más experiencia y más descansado, como para no caer en errores garrafales con facilidad, como cuando dijo que bajaría el salario mínimo interprofesional, aunque de inmediato lo negó.

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El candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, tiene una gran facilidad para dar diferentes versiones de si mismo, ya que cuenta con una gran capacidad camaleónica. En esta ocasión los vientos soplan en contra de la formación naranja y las encuestas pronostican que perderá muchos escaños, puede que incluso más de la mitad; la mayoría de sondeos coinciden en que será superada por Vox y Unidas Podemos, por lo que pasaría de tercera a quinta fuerza política.

De cara al 28A, Rivera dejó claro que no pactaría con Sánchez tras las elecciones, se puede decir que lo declaró como su gran enemigo. En esta ocasión sí abre las puertas a un pacto con los socialistas para desbloquear el país.

El cabeza de lista de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, intenta recuperar las esencias de su formación y mostrarse como aquel partido que nació para recoger la indignación de las plazas tras el 15M.

Ya sin Errejón, que intentaba moderar más al partido, el líder de la formación morada intenta mostrar su parte más cercana a los ciudadanos indignados. Una prueba de ello son los vídeos que ha elaborado para su campaña electoral, en los que intenta situar al candidato socialista al lado de los empresarios y a Unidas Podemos de los ciudadanos.

El cabeza de lista de Vox, Santiago Abascal, es el que menos ha cambiado en este tiempo, al menos hasta el momento. Se presenta con un perfil duro y serio, intentando erigirse en el máximo defensor de España y de su unidad.

Abascal sí podrá estar en esta campaña en el único debate electoral que realizarán los principales candidatos a la Presidencia del Gobierno, ya que ahora sí cuenta con representación parlamentaria, a diferencia de en la pasada primavera.

Aún queda tiempo para las próximas elecciones, por lo que no se descarta que aún puedan cambiar antes del próximo 10 de noviembre.