Fachada del ayuntamiento mallorquín. | Redacción Part Forana

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Los vecinos que acudan a las urnas en Baleares en las elecciones municipales del próximo 28 de mayo tendrán que elegir la papeleta de un partido o coalición, o votar en blanco. ¿Todos? ¡No! Los 164 electores de Escorca podrán escoger a sus cuatro candidatos predilectos de tres opciones distintas. Por su tamaño, 187 habitantes según el padrón de 2022, Escorca es el único municipio de las islas donde la elección de los concejales del Ayuntamiento se realiza mediante listas abiertas.

El artículo 184 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral establece un procedimiento especial para la formación de los consistorios de municipios entre 100 y 250 habitantes, que cuentan con cinco concejales, entre los que se designa al alcalde.

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Esta norma particular para pueblos pequeños, que ofrece a sus habitantes mayor capacidad de elección política que la de los vecinos de los municipios grandes, determina que los partidos, coaliciones, federaciones o agrupaciones presentarán listas con un máximo de cinco candidatos. Los ediles en potencia, identificados por las siglas a las que representen, comparten la papeleta y los votantes tienen que marcar con una cruz a los cuatro (o menos) que más confianza les den, sean de la facción que sean.

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Los cinco candidatos con más apoyos serán los concejales electos y los siguientes, los sustitutos ante posibles bajas. Si hay empates, el azar de un sorteo decidirá quién es el elegido. En general, las leyes electorales establecen que la suerte es el complemento decisivo de la democracia cuando los votos igualan a dos candidatos.

En Escorca, donde ha gobernado en solitario en la presente legislatura el PP, con Antoni Solivellas como alcalde, concurren a las elecciones del 28 de mayo el partido hasta hora predominante, y el PSOE y El Pi. El pueblo con la votación más participativa de Baleares, con el 0,02 % de todos los electores llamados a las urnas en estos comicios en las islas, tiene uno de los mayores términos municipales del archipiélago, con un total del 2,79 % del territorio. Aloja la cima del archipiélago, el Puig Major, a casi 1.500 metros sobre el mar, y el Monasterio de Lluc, cumbre católica de Mallorca.