TW
0
V. SCHNITZER - LA HAYA El Tribunal Internacional que juzga los crímenes en la antigua Yugoslavia abrió ayer un nuevo capítulo en la historia de la ley internacional al ampliar la definición de violación como un crimen de guerra. El fallo de ayer, que sentencia a diez años de prisión al bosnio croata Anto Furundzija, el comandante de las Fuerzas Especiales durante la guerra, ha sentado varios precedentes judiciales que son considerados por la fiscalía como una victoria.

La defensa de Furundzija anunció ya que apelará el fallo, que consideró «injusto» pues diez años de cárcel es una condena «desproporcionada con el delito por el que se le juzgó». «Drazen Erdemovic, que confesó haber fusilado al menos a 70 hombres después de la caída de Srebrenica, recibió sólo cinco años» de condena, señaló Luka Misetic, abogado del bosnio croata.