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EFE - PRISTINA La misión de observadores de la OSCE ha fracasado en su intentos de detener los choques armados en Kosovo, que por tercer día consecutivo atenazaron la región de Podujevo, en el norte kosovar.

La muerte de un civil serbio, supuestamente a manos de la guerrilla independentista albano-kosovar, llevó a la policía serbia a emprender una operación contra el pueblo de Obrandza, a dos kilómetros de la ciudad de Podujevo.

El portavoz de la misión de la OSCE, Jorgen Grunnet, explicó que un número «masivo» de fuerzas de la policía serbia entraron en el pueblo, donde se registraron tiroteos con la guerrilla albano-kosovar durante el día.

La situación se calmó después con la caída de la noche, como pudieron apreciar observadores extranjeros que acudieron a la zona junto a las unidades serbias.

La Liga Democrática Kosovar (LDK), partido del autoproclamado «presidente» albano-kosovar, Ibrahim Rugova, concluyó que la situación en la zona es «muy grave, con tendencia al empeoramiento». Según la LDK, «los albaneses no han provocado en modo alguno los ataques serbios» en Podujevo.