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En un comunicado desde su sede de Fráncfort y al mismo tiempo que los bancos nacionales de los países de la Eurozona, el Banco Central Europeo (BCE) anunció que durante el denominado «fin de semana de la conversión» no se han producido «incidentes que puedan impedir un comienzo con suavidad del sistema». El anuncio se produjo poco tiempo antes de la apertura del mercado de Sidney (Australia), a las siete de anoche, que fue el primero en el que se pudo operar en euros, seguido de los mercados de Tokio, Hong Kong y Singapur.

No obstante, la verdadera prueba de fuego para verificar si todos los sistemas están a punto y no se producen fallos se producirá a primera hora de hoy a la apertura de los mercados europeos, señalaron fuentes del sector financiero en Bruselas. El BCE efectuará, de hecho, un último chequeo de los sistemas hoy a las siete de la mañana (siempre horario español) antes de la apertura de los mercados europeos, anuncia en su comunicado.

La principal tarea del fin de semana ha consistido en la conversión a euros de los sistemas de pago interbancario, de los títulos de deuda pública, obligaciones y certificados de tesorería, de la contabilidad general de la entidad y de los programas de gestión. La primera de estas operaciones es la más delicada, debido a que engloba el pago entre los diferentes bancos en cada país y a su vez dentro del denominado sistema TARGET puesto en marcha por los países del euro como mecanismo instantáneo de pagos transfronterizos dentro de la Eurozona.

La Moneda Única se estrenó en el Pacífico con calma y al alza
Las transacciones se realizaban con cautela anoche en los mercados de Asia y el Pacífico, al lanzarse el euro. Estos mercados brindarán una primera indicación de la tendencia, puesto que, por razones de horario, el euro hizo su entrada en los mercados en esa región. Como consecuencia de una fiesta en Nueva Zelanda, las primeras transacciones en la moneda única europea tuvieron lugar en Australia.