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EUROPA PRESS - LONDRES La secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, advirtió ayer a Belgrado que su rechazo al despliegue de fuerzas multinacionales en la provincia de Kosovo sólo pueden desembocar en el «bombardeo» de las posiciones serbias.

Por su parte el ministro británico de Asuntos Exteriores, Robin Cook, repitió ayer ante la Cámara de los Comunes que no podía garantizar que finalmente que serbios y kosovares lleguen a un acuerdo en Rambouillet.

«Hace dos semanas, avisé (a la Cámara de los Diputados) que no podía garantizar que las negociaciones de Paz terminasen con un acuerdo. Y siento tener que repetirlo hoy (por ayer)», dijo Cook ante los Comunes.

Cook, que copreside con su homólogo francés Hubert Védrine las negociaciones de Paz que se desarrollan cerca de París, regresará mañana a Rambouillet.

Londres, reiteró el ministro británico, «está deseoso de contribuir con el envío de sus tropas» a la Paz en la provincia serbia, «pero solamente en el seno de una fuerza internacional destinada a aportar la estabilidad» en Kosovo.

Estas tropas «sólo se enviarán en el caso de que haya claramente un acuerdo, y espero que esto contribuya a que se llegue a una solución en Rambouillet», añadió.

La comunidad internacional tiene previsto desplegar unos 30.000 hombres bajo el mando de la OTAN en Kosovo para vigilar la aplicación del posible acuerdo de Paz.