Las fuerzas armadas estadounidenses están preparándose para una posible acción militar que se llevaría a cabo si las partes no llegan a un acuerdo antes de las 12.00 horas de hoy.

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EUROPA PRESS - RAMBOUILLET El ministro británico de Asuntos Exteriores, Robin Cook, que preside las negociaciones, junto con su homólogo francés, Hubert Vedrine, trataba ayer de persuadir a los negociadores serbios y kosovares de que se pongan de acuerdo sobre un proyecto de plan de paz antes del hoy al mediodía (12.00 hora española), cuando vence el ultimátum del Grupo de Contacto sobre la ex Yugoslavia.

Los dos rivales, que se reúnen en el castillo francés desde el 6 de febrero, examinaban ayer una versión revisada del proyecto de plan de paz elaborado por el Grupo de Contacto.

«Existe la impresión de que se está llegando al final, de modo que ahora hay un poco más de tensión», declaró el emisario norteamericano Christopher Hill, uno de los tres mediadores que dirigen las negociaciones. Precisamente, Christopher Hill sufrió ayer el desplante del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, quien rechazó ayer recibir al mediador norteamericano para Kosovo.

Milosevic no parece querer ceder en su postura, hasta tal punto que ayer declaró que Yugoslavia «no ofrecerá Kosovo aunque sea al precio de sufrir bombardeos».

En previsión de un ataque las organizaciones internacionales comenzaron ayer a evacuar a su personal de Kosovo.
Por su parte los observadores internacionales han asegurado que temen que el régimen de Slobodan Milosevic les impida abandonar el país y les use como «escudos humanos» en el caso en que haya un ataque de la Alianza Atlántica.