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La mayoría de las fuerzas del arco parlamentario mostraron ayer su respaldo a la decisión del Gobierno de apoyar la intervención militar de la OTAN en Serbia. Mientras PSOE, PP y CiU coincidieron en que el recurso de la fuerza era inevitable, IU y BNG mostraron su rechazo a la actuación de la OTAN sin contar con el aval de la ONU.

El presidente del Gobierno español, José María Aznar, reclamó ayer desde Bruselas al presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, que «reconsidere su postura y se avenga a la solución de paz» que promueve la Comunidad internacional.

En una declaración a los periodistas para explicar el ataque de la OTAN en Kosovo, Aznar se felicitó de que los tres aviones españoles utilizados por la Alianza Atlántica para el ataque multinacional hubieran regresado a Aviano y, por otra parte, anunció que el próximo martes, en el Parlamento, dará detalles de la participación española en el conflicto.

CiU y PP fueron los únicos partidos que mostraron su apoyo al Gobierno sin matices. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, aseguró que a pesar de sentirlo «muchísimo», la decisión es «la que se tenía que tomar».

Desde el PSOE, José Borrell manifestó el «apoyo y la solidaridad» de los socialistas a la «difícil» decisión adoptada por el secretario general de la OTAN, Javier Solana.

IU también criticó la falta de información del Gobierno y mostró su más firme rechazo a la actuación militar en Serbia. Julio Anguita calificó de «terrorismo de Estado» el ataque y preguntó a la ONU «por qué en Kosovo y no en Turquía». «Esto demuestra que hay dos varas de medir», dijo.

Willy Meyer, portavoz de Defensa de IU, por su parte, aseguró que el ataque «no tienen ningún sentido, militarmente hablando, porque el ejército aguantará y quien sufrirá será la población civil».