El ministro de Defensa, Eduardo Serra, aseguró ayer que la
intervención de la OTAN contra Serbia era «desdichadamente
inevitable» para frenar la represión de este país contra la
provincia de Kosovo, y consideró «todo un éxito» la intervención de
los F-18 españoles.
Serra, quien compareció en el Congreso para explicar el
conflicto de Kosovo y la posición española, aseguró que la
intervención de la Alianza en Serbia no ha sido «caprichosa» y sí
«largamente meditada» después de haberse agotado todas las vías
diplomáticas para solucionar el conflicto.
El ministro negó que con la intervención se haya incumplido las
resoluciones de la ONU ni la resolución de la Cámara Baja de 1995.
Ante las críticas vertidas por la oposición por no haber acudido
antes al Parlamento, Serra rechazó que todos los Parlamentos de los
países aliados hayan debatido esta cuestión. La respuesta más
airada vino para IU. Si esta formación solicitó una encuesta del
CIS y llamó a la objeción de conciencia a los militares españoles
que participan, Serra le espetó que sus propuestas son «de mal
gusto».
Al igual que IU, el PSOE acusó a Serra de «irresponsabilidad»
del Gobierno por no haber informado antes al Parlamento. El
diputado socialista Jordi Marsal calificó de «gesto de desprecio a
la ciudadanía y al Parlamento» que Aznar no haya dado aún
explicaciones ante las Cortes frente a la actuación de sus
homólogos europeos y el presidente de EE UU.
Serra puntualizó que hasta ahora sólo el Parlamento francés y el
italiano han tenido debate parlamentario sobre esta cuestión. El
resto, según Serra, han sido declaraciones ante los medios de
comunicación, «alguna de las cuales también ha hecho Aznar.
El PSOE, no obstante, igual que CiU, expresaron su apoyo a la
OTAN y a la decisión de participar en la intervención.
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