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EFE - MOSCÚ El presidente ruso, Borís Yeltsin, destituyó ayer nuevamente al fiscal general, Yuri Skurátov, atizando así el escándalo provocado por la investigación de presuntos casos de corrupción en el Kremlin.

El decreto presidencial pide al Consejo de la Federación (Senado) de Rusia que confirme el cese de Skurátov «por cometer acciones que denigran a la Fiscalía y la instrucción contra él de causa judicial».

Hace un mes los senadores rusos rechazaron el cese de Skurátov en medio del escándalo provocado por la proyección de un vídeo de contenido sexual contra él y las denuncias del fiscal de sobornos multimillonarios cobrados por personas próximas a Yeltsin de la compañía suiza Mabetex.

Por su parte, Skurátov calificó de «absolutamente ilegal» el intento de su destitución y dijo también que «el nombramiento y destitución del fiscal general es asunto exclusivo del Consejo de la Federación y no del presidente».

Skurátov insistió en que hasta ahora ningún fiscal ha instruido causa alguna contra él y dijo que sabe «quién inspiró y quién apoyó» la ilegal instrucción de causa.

Según filtraciones difundidas por medios de comunicación, en el «caso Mabetex», que Skurátov investiga con colegas suizos, puede estar implicada directamente la hija y asesora de Yeltsin, Tatiana Diachenko.