España respaldará las acciones de la OTAN hasta que retornen todos
los refugiados a Kosovo, incluido un eventual ataque terrestre de
la OTAN en la zona si esta opción es aprobada por la Alianza, pero
apuesta por continuar con las acciones aéreas hasta que Milosevic
se avenga a negociar.
Al mismo tiempo, el Gobierno aboga por una salida diplomática
sometida a la aprobación de la ONU que incluya una administración
internacional temporal de este territorio yugoslavo y el despliegue
de una fuerza militar multinacional con una participación
importante de la OTAN. El presidente del Gobierno, José María
Aznar, aseguró ayer que ni su Gobierno ni él mismo «tolerará que en
Europa la barbarie quede impune» y, en respuesta a una pregunta de
IU en el Congreso, manifestó que no se puede acusar a la OTAN de
haber provocado el éxodo de refugiados porque éste, dijo, estaba
«bien pensado» por Milosevic antes de Rambouillet.
Las cifras oficiales de ACNUR que expuso Aznar ante el pleno
hablan de 83.000 deportados albano-kosovares antes del 24 de
febrero, fecha en que se inició el ataque aliado, y 530.000 a
partir de ese día; 260.000 desplazados en el interior de Kosovo
antes del 24 y 340.000 después.
IU calificó de «inmoral» la «cortina de silencio» que el
Gobierno han tendido sobre el conflicto y aseguró que Aznar tiene
el patético papel de creerse que pinta algo, y es sólo la
carretilla con las bombas.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes,
explicó que el domingo llegará a España el primer grupo de
deportados albano-kosovares, un centenar de personas que requieren
atención especial, entre los que figuran huérfanos, enfermos
psicosomáticos y mujeres embarazadas.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.