Una multitud de albano-kosovares aclama calurosamente la llegada de las tropas militares alemanas a su paso por las calles de Kukes.

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EFE - GINEBRA Rusia aprovechó ayer la situación de sus tropas en Pristina para presionar a la OTAN y arrancar de EE UU el compromiso de que se estudiará la concesión a Moscú de una «zona de responsabilidad» en Kosovo.

Mientras un carro blindado ruso impedía el paso a las tropas británicas y francesas que trataban de llegar al aeropuerto de Pristina, la diplomacia de este país trabajó, aparentemente con éxito, para conseguir que Rusia tenga una mayor peso en el proceso de paz.

Washington considera que Moscú «debe tener una zona bajo su responsabilidad y eso es evidente ya para todo el mundo», afirmó el subsecretario de Estado norteamericano, Strobe Talbott, tras sus negociaciones con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Igor Ivanov. El «número dos» de la diplomacia de Washington, también subrayó la «importancia absoluta de mantener el mando único» en la fuerza internacional para Kosovo (KFOR).

El jefe de la diplomacia rusa explicó que el «la participación rusa debe de ser coherente con su papel en el arreglo pacífico del conflicto y con sus intereses». El viejo problema de la participación de Rusia en la fuerza internacional de paz sin que sus tropas reciban órdenes de la OTAN volvió a quedar sin solución y todavía será motivo de discusiones políticas en los próximos días.

De ello hablaron ayer por teléfono los presidentes Boris Yeltsin y Bill Clinton, quienes «acordaron continuar hoy el intercambio de opiniones, posiblemente en una nueva conversación que tendrán por la tarde», informó el Kremlin.