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El Senado de Estados Unidos asestó ayer un duro revés a la política exterior del presidente Bill Clinton al rechazar la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de las Pruebas Nucleares. Clinton, quien fue el primer gobernante del mundo que firmó el tratado en 1996, se manifestó decepcionado por el rechazo y advirtió que seguirá luchando por conseguir esa ansiada ratificación.

«La lucha está muy lejos de haber terminado», manifestó poco después de anunciarse el resultado de 51 votos a 48 en contra de la ratificación. En una conversación con periodistas, Clinton reiteró que Estados Unidos seguirá respetando la moratoria sobre las pruebas nucleares e instó a otros países a hacer lo mismo. «Por ahora el Senado ha dicho que no, pero el mensaje que yo envío es diferente. Queremos limitar la amenaza nuclear. Queremos que este tratado entre en vigencia», expresó. El mandatario manifestó que el tratado es crucial para proteger a los estadounidenses de los peligros de una guerra nuclear y que la mayoría de la población de este país está de acuerdo con la prohibición completa de las pruebas atómicas. El acuerdo ha sido firmado por más de 150 países, pero para que entre en vigencia debe ser ratificado por los 44 países que actualmente tienen capacidad nuclear, entre ellos Estados Unidos.

Los intensos esfuerzos de última hora de la Casa Blanca y de sus aliados en el Senado para postergar una votación desfavorable a la prohibición de todos los ensayos nucleares, no dio resultados, pese a la advertencia de los efectos «desastrosos» sobre la comunidad internacional de un voto adverso.

Este tratado, que prohíbe cualquier explosión nuclear, militar o civil, en la atmósfera o subterránea, era la principal prioridad de la política exterior del mandatario. El presidente calificó a los senadores republicanos de «irresponsables» y «partidistas» por negarse a suspender la votación para evitarle el bochorno del rechazo. Clinton blandió la amenaza de convertir el rechazo en una bandera política para la campaña política que se avecina de cara a las elecciones presidenciales del próximo año.