El caso de Elián se ha convertido en una causa para la influyente
comunidad de exiliados cubanos en el sur de Florida, y los abogados
de sus familiares en ese estado norteamericano han recurrido para
que se le otorgue asilo político y no sea devuelto a Cuba.
González, de 6 años, fue rescatado el pasado 25 de noviembre en
aguas de Florida tras el naufragio de la embarcación en la que se
dirigía a EE UU, que causó la muerte de once de los catorce
balseros cubanos que la ocupaban, incluidos su madre y su
padrastro.
Desde entonces, el niño ha estado al cuidado de unos tíos
abuelos residentes en Miami (Florida), pese a que su padre, Juan
Miguel González, lo reclama desde Cuba. «Este es, sencillamente, el
caso de un padre que quiere recuperar a su hijo», dijo Reno ayer en
una conferencia de prensa. Las autoridades estadounidenses «harán
todo lo posible para garantizar la seguridad del padre, si decide
venir a Florida a recoger a su hijo», agregó. Los padres de Elián
estaban divorciados y la madre, Elizabeth Brotons, abandonó la isla
sin conocimiento de su ex esposo. Reno dijo que «el padre tiene el
derecho a hablar por Elián, y el niño debe estar con su padre
cuanto antes». El Servicio estadounidense de Inmigración y
Naturalización (INS) anunció el pasado día 5 que el niño sería
devuelto a su padre antes del 14 de enero, pero Reno determinó ayer
miércoles un aplazamiento indefinido de la repatriación, para que
sus familiares en Miami tengan oportunidad de presentar el caso en
un tribunal federal.
Por otra parte, las autoridades estadounidenses repatriaron el
año pasado a casi uno de cada cuatro inmigrantes menores de edad,
no acompañados, pero la proporción de los deportados varía mucho
según los países de origen. El INS tuvo bajo su custodia durante el
período fiscal 1999 que concluyó el pasado 30 de septiembre, a
4.407 menores de edad, no acompañados.
Mientras, una controversia sobre si el niño Elián González dijo
que quería o no regresar a Cuba ha venido a crear en Miami una gran
confusión en una situación altamente volátil por los intereses en
juego. La polémica comenzó cuando el Canal 10 abrió sus noticieros
el miércoles con un vídeo del menor jugando en el jardín de la casa
de sus familiares en la ciudad estadounidense de Miami y en el que
al observar en el cielo un avión, decía, según la traducción al
inglés que hizo la emisora: «Yo quiero que tú me regreses a
Cuba».
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