El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Lamberto Dini,
presidirá la amplia delegación oficial italiana que asistirá hoy en
la catedral de Túnez al funeral por el alma del ex primer ministro
Bettino Craxi, informaron ayer fuentes oficiales.
El Gobierno tunecino decidió que los funerales tengan rango de
homenaje a un jefe de Estado, después de que la familia del finado
decidiera que los restos mortales de Craxi sean sepultados en el
cementerio católico de la localidad de Hammamet.
Mientras, la muerte del ex primer ministro Craxi en Túnez ha
reabierto el debate sobre el trato que reciben los políticos
acusados de corrupción por parte de algunos de sus compañeros,
jueces y periodistas.
Al día siguiente de la muerte en Hammamet por una crisis
cardíaca del antiguo líder socialista, de 65 años, destacados
miembros de esos sectores responden a la pregunta de hasta qué
punto la sociedad es capaz de tener en cuenta consideraciones
personales en el caso de políticos que han sido llevados ante los
tribunales. La polémica surgió hace un par de meses, cuando un
tribunal de Palermo absolvió a Giulio Andreotti de la acusación de
pertenecer a la mafia después de un proceso que duró seis años y en
el que el político democristiano, uno de los más destacados de las
últimas décadas en Italia, sufrió en ocasiones la «condena» previa
de parte de la prensa y de otros políticos.
En el caso de Craxi ha ocurrido un fenómeno parecido, con la
salvedad de que él sí había sido condenado en firme en dos
ocasiones por financiación ilegal del Partido Socialista Italiano
(PSI). Hace dos meses, cuando los problemas de salud de Craxi en
Túnez se agravaron hasta el punto de que le fue extirpado un riñón,
en Italia se debatió la conveniencia de que la Justicia aceptara el
regreso por motivos humanitarios para tratarse médicamente. La
propuesta no prosperó.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.